Enero:El nuevo año nos regala los frutos del trabajo de las anteriores estaciones. Los primeros tomates y cada tipo de fruta y verdura. No faltará seguramente la ocasión de hacer mermeladas, salsa de tomates y conservas de pesto a la genovesa.

Febrero: El mes de las conservas. Tomates, Berenjenas, Zapallitos, Morrones listos para ser envasados y degustados durante todo el año.

Marzo: Robando un poco de espacio a los chanchos, que con su trabajo habrán preparado una tierra optima, podremos sembrar todo lo que en el invierno será el único recurso para la verdura fresca: Repollos, Coliflores, Brócolis, Repollitos de Bruselas y Puerros.

Abril: Cada persona que haya habitado Willaldea ha construido algo que ahora pertenece a la vida de la aldea. Este es el mes para dar nuevas formas a los espacios de esta micro sociedad.

Mayo: Postes pesados, alambre de hierro de alta resistencia, palas a punta, tenazas y llaves inglesas. Un trabajo de precisión y potencia. Años de tradición en un trabajo que ha acompañado el hombre ganadero hasta nuestros días.

Junio: Fuerza y constancia son las principales características del trabajo de comienzo de invierno, cuando se talan los albores secos y se hace la reserva de leña. Pero también atar las fajinas, prender el fuego, servir café y "mate" son actividades indispensables y también esas contribuyen a crear y fortalecer las relaciones entre todos los participantes. .

Julio: Desde el sacrificio del chancho a los chorizos en la braza y los jamones colgados. La fiesta más tradicional de cada cultura campesina.

Agosto: El invierno se esta acabando, solo pocas heladas podrán purificar todavía la tierra labrada. El momento ideal para preparar los terrenos para la llegada de la primavera.

Septiembre: Mientras las naturaleza se despierta y el sol empieza a calentar, armados de escaleras, pinceles y tarros de pintura, una linda espolvoreada de color por toda la aldea.

Octubre: Las heladas son solo un recuerdo y la tierra pide dar sus frutos. Bandejas de plantitas, bolsitas de semillas, azadas y agua para la irrigación y hele las premisas para un próspero verano.

Noviembre: Un jardín de cuarenta mil metros cuadrados que hay que mantener bello y acogedor en el mes en donde la vegetación crece rápidamente. Un equilibrio entre velocidad y suavidad.

Diciembre: La pileta, el sol, los caballos y las noches bajo el cielo más estrellado del mundo. La mejor forma de esperar el nuevo año.



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