Monreale Claustro de los Benedictinos
NOTA
HISTÓRICA
En el apogeo de su aventura mediterránea, el último Altavilla hizo construir, anejo al templo de S. Maria La Nuova, entre los años 1174 y 1176, y concretamente en la parte que mira hacia oriente, un monasterio destinado a los P.P. Benedictinos, a los que se les había llamado de un convento de Cava dei Tirreni para la custodia del templo cristiano y del cenobio mismo. Por los restos que conserva de la antigua arquitectura está considerado entre los más importantes de Europa. Paralelo a la iglesia, el gran dormitorio, hoy restaurado en parte, debe considerarse una gran obra de arte dada la severidad y magnificencia de sus estructuras, pero sobre todo es dig- no de especial atención el claustro, que hizo realizar Guillermo II con una cuadrilla de obreros árabes, con formas de extraordinaria elegancia; de forma cuadrada (47 metros por lado) está formado por 228 columnas geminadas y sus respectivos capiteles que sostienen arcos ojivales. Las dobles columnas presentan alternativamente mosaicos de diversas formas geométricas y los capiteles circundados por arabescos con taraceas en lava, de formas diferentes, están en gran parte historiados por un gran número de escenas bíblicas, acontecimientos sagrados y símbolos cristianos. Este claustro está considerado entre las obras maestras de la arquitectura árabe-normanda en la Sicilia del siglo XII y uno de los ejemplos más bellos del arte claustral.
Capitel de la ofrenda. El Rey, Guillermo II, sosteniendo su don real ante la Virgen con el Niño Jesús. Se trata de la catedral adyacente, que fue dedicada a Santa Maria La Nuova.
