INTRODUCCION
Cuando usted termine
de leer este documento, nos podrá apoyar si coincidimos
en el planteamiento inicial:
El hombre no puede
vivir de la historia, que es lo mismo que vivir del cuento; se
necesitan bienes materiales, satisfacer su espiritualidad y de
hecho poder mirar para el futuro con expectativas, pero además,
un espacio que todos conocemos como libertad.
El gobierno cubano
ignora la palabra "oposición": los que no comparten
su política o simplemente no la apoyan son considerados
enemigos y cualesquiera otros sustantivos despectivos que se
les desee proferir. Así también han querido dar
una nueva acepción a la palabra "Patria", vinculada
distorsionadamente con Revolución, Socialismo y Nación.
Pretenden ignorar que, por definición, "Patria"
es el país en que se nace.
Obviando todo esto,
nuestro Grupo de Trabajo ha analizado el Proyecto Documento elaborado
con vistas al V Congreso del Partido Comunista de Cuba, el que
deberá ser sometido a aprobación durante la celebración
de ese evento. Como nos resulta imposible emitir aquí
criterios públicos al respecto (por estar todos los medios
de difusión en manos del Estado), hemos decidido plasmarlos
y que de alguna forma se conozca por los cubanos de dentro y
fuera de la Isla, defendiendo de ese modo nuestro derecho de
opinar, porque estamos convencidos de que: LA PATRIA ES DE TODOS.
I - INTERPRETACION
DE LA HISTORIA
De las 11,080 palabras
que contiene el documento, agrupadas en 260 párrafos,
más del 80% está dedicado a interpretar la historia.
Quieren que aquellos que lo lean queden convencidos que:
- Ha habido una sola
revolución desde 1868; y
- los norteamericanos
han pretendido apoderarse de Cuba desde el Siglo XIX.
Para tratar de dar
fuerza a los planteamientos, ahí está la figura
de Martí; a través de ella insisten en el antiguo
y absurdo argumento que la existencia de un solo partido único
es una idea martiana, porque él fundó un solo partido.
No se conoce un dirigente político que haya creado simultáneamente
varios partidos; sin embargo, destacados luchadores por la independencia
de sus respectivos pueblos, una vez lograda ésta, han
respetado el pluripartidismo, tales como Washington, Mahatma
Ghandi y el general DeGaulle.
No hay ningún
motivo para pensar que Martí, de haber sobrevivido a la
Guerra de Independencia, no hubiese obrado del mismo modo, conociendo
que tenía criterios tan positivos de la democracia. El
Punto V de las Bases del Partido Revolucionario Cubano (1892)
plantea: "el Partido Revolucionario Cubano no tiene por
objeto llevar a Cuba, una agrupación victoriosa que considere
a la Isla como su presa y dominio, sino preparar por cuantos
medios eficaces le permite la libertad del extranjero, la guerra
que ha de hacer para el decoro y bien de todos los cubanos, y
entregar a todo el país la patria libre ".
Después de
la contienda ningún patriota postuló la necesidad
de un partido único. Por el contrario: muchos intervinieron
activamente en la política, en diferentes filas y todos
respetaron el multipartidismo.
Aunque quieren presentar
a la república democrática como una serie de ininterrumpidos
fracasos y traiciones, ahí están los resultados
socioeconómicos obtenidos entre 1902 y 1958, que situaron
a nuestro país entre los tres más avanzados de
América Latina, por encima incluso, en algunos indicadores,
de grandes naciones en el Viejo Continente como España
e Italia. Esta innegable realidad habla muy alto de la laboriosidad
del trabajador cubano y del espíritu de empresa de nuestros
hombres de negocios, máxime que esos verdaderos logros
se alcanzaron después de un cataclismo (cual fuera nuestra
gloriosa Guerra de Independencia) y a pesar de la terrible crisis
socioeconómica alrededor de los años treinta. Además,
ahí están también los éxitos políticos,
como la abrogación de la tristemente célebre Enmienda
Platt en 1934, de la cual no habla la propaganda oficial, aunque
sí recuerda su imposición en 1901.
La tergiversación
de datos también está presente en el documento.
Si se consultan las estadísticas anteriores a 1959, veremos
que la población cubana analfabeta en aquella época
ascendía al 16% y no el 40% como se consignó. También
se manipulan las cifras, al decir que el 7% de la población
votó en las elecciones de principios de siglo; esto implica
que en el 93% restante están incluidas las mujeres (51%)
que no sufragaban, los niños y el gran número de
extranjeros que vivía aquí, como era lógico
en un país que dejaba de ser colonia.
Sobre el debido proceso
de juicios celebrados a los batistianos, los castristas hacen
su propia interpretación, pero no hay que olvidar que
-como reconoce el documento- los mayores implicados huyeron del
país el primero de enero, fecha en que comenzaron las
ejecuciones masivas; a estos fusilados se les detuvo, acusó,
juzgó y ejecutó en menos de 24 horas. El arribo
al poder del actual equipo gobernante quedó signado por
un feroz ajuste de cuentas: los llamados "juicios revolucionarios"
no guardaban la menor relación con lo que es un debido
proceso, ni con un verdadero derecho a la defensa. Un ejemplo
notorio fue el juicio de los pilotos sancionados después
de haber sido absueltos, el cual llevó al suicidio al
Capitán Félix Pena.
Cada año, con
votación siempre creciente, la Asamblea General de la
ONU demanda que se le ponga fin al llamado "bloqueo";
esa afirmación es cierta, pero no se dice que, con la
misma peridiocidad, el actual gobierno cubano es sancionado por
sus violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos.
Se menciona la "Crisis
de Octubre", pero se omite que la dirigencia cubana propuso
a Moscú asestar el primer golpe, sin esperar que los "yanquis"
tomaran la iniciativa. Esto lo reconoce la historia. Un ataque
nuclear contra los Estados Unidos hubiera significado una terrible
catástrofe para toda la humanidad, pero no cabe duda que
Cuba hubiera sido barrida del mapa.
Esa salida de la crisis
fue ofrecida por los mismos miembros del Partido, que ahora están
preocupados porque -según ellos- su separación
del poder implicaría la desaparición de Cuba como
nación. ¿Pero podríamos olvidar de la forma
inconsulta que se trajeron al país esas armas nucleares
y las tropas extranjeras? El pueblo sólo se enteró
cuando el problema estaba andando.
Como bien dice el
documento: "todo empezó a cambiar el 26 de julio
de 1953"; no debemos dejar de destacar que -en efecto- ese
día, por primera vez en muchos años, se derramó
tanta sangre cubana. Hasta ese momento las muertes en la lucha
política acaecidas durante el gobierno de Batista podían
contarse con los dedos de una mano. Para encontrar en la historia
cubana un día tan luctuoso y fraticida como éste,
tendríamos que remontarnos decenios atrás. A pesar
de ser una fecha tan triste, se toma como un día festivo
y se celebra como tal, lo que suponemos que tenga el repudio
hasta de los propios familiares de los mártires.
Son estos sólo
algunos ejemplos de la forma en que los comunistas, han querido
INTERPRETAR LA HISTORIA,
II -
EN NOMBRE DE LA UNIDAD
El Partido insiste
en la unidad, pero olvida que, para que ésta sea válida
y real (y no una mera parodia) es necesario que surja del consenso
libremente alcanzado por los ciudadanos; lo contrario es una
burda imposición, lo único que tiene de unidad
es el nombre. Aquí estamos los opositores para demostrar
que en nuestro país no hay consenso.
El texto plantea:
"Sólo la unidad de los revolucionarios puede conducir
a la unidad del pueblo". Este razonamiento, así como
todo enfoque de este asunto, incurre en lo que en Lógica,
se conoce como "petición de principio"', que
consiste tomar como premisa, lo mismo que se pretende demostrar.
El Partido, atribuyéndose
la condición de representante del pueblo, elaboró
el documento que conmina a la ciudadanía a que participe
en las reuniones de apoyo al mismo. El pueblo, sometido a las
presiones del poder totalitario, asiste, y entonces ese hecho
se presenta al mundo como un plebiscito de la sociedad cubana.
Se dice que es la prueba más evidente e irrefutable de
que el Partido representa a todo el pueblo. Precisamente es la
misma premisa de la que se partió. Aunque se habla de
plebiscito, ya el pueblo ha sentido cómo se pasa por encima
de él. Ahí está aún latente la voluntad
popular cuando fueron a fusilar al general Arnaldo Ochoa y a
sus compañeros de causa. A pesar que la gran mayoría
no estaba de acuerdo, se declaró oficialmente que era
una necesidad y se hizo caso omiso de la opinión de las
masas.
Si -como afirman sus
dirigentes- la generalidad de los ciudadanos apoya al Partido
Comunista, no existe razón para que no se convoque a unas
elecciones libres bajo supervisión internacional, lo que
haría callar a todos los detractores del sistema.
En nombre de esa unidad,
el Primer Congreso del Partido se sintió legitimado para
autoconcederse la potestad constituyente y aprobar la versión
definitiva de la Carta Magna de 1976, incluyendo su Artículo
5, que proclama al propio Partido como: "fuerza dirigente
superior de la sociedad y del Estado".
Sabemos que también
la historia ha dejado plasmada esta concepción de la unidad:
el Partido Comunista de Cuba, al imponer el monopartidismo, se
coloca en la poco envidiable compañía de Stalin,
Mussolini, Hitler, Franco, Trujillo, Pol Pot y Sadam Hussein,
entre otros...
Después de
haber concertado las filas de la unidad, no había motivos
para que dejaran de afirmar "el pueblo cubano decidió
tener un partido único". Pero en nombre de esta unidad
hemos visto hacer muchas cosas que han de quedar marcadas para
la historia, por haber contribuido a crear el caos y la desestabilización
del país, bajo el criterio que cuando se comete un error,
es de todos; baste citar algunos ejemplos:
- Intentar desecar
la Ciénaga de Zapata
- Crear un cordón
agrícola alrededor de La Habana
- Colectivizar la
agricultura
- Cambiar la genética
ganadera; en particular, en el ganado vacuno
- Concebir un plan
alimentario y la producción masiva de plátanos
micro jet
- Desmantelar la
industria azucarera y tratar de cambiar las variedades de caña
- Imponer ideas que
llevan inversiones desastrosas, como la Presa de Paso Seco, que
es un monumento a lo que no se debió hacer.
De igual forma, en
nombre de la unidad se regaló un central en Nicaragua,
se construyó un aeropuerto en Granada y, con el manto
del llamado "Internacionalismo Proletario", se enviaron
tropas a matar y a morir en diferentes países, cosa que
-por cierto- jamás hizo lo que ellos denominan la república
mediatizada, cuyos gobiernos se negaron a enviar tropas a combatir
en las dos guerras mundiales y en la de Corea, a pesar que el
"imperialismo yanqui" sí lo hizo, con lo cual
-en verdad- nuestro vecino del norte se diferenció de
la Unión Soviética, que propició y financió
el envío de tropas cubanas a una serie de países,
pero sin predicar con el ejemplo.
Por cierto, que en
el documento se alude de pasada a estas "misiones",
para no aclarar qué se obtuvo de todo aquel esfuerzo baldío,
que lo único que significó para el pueblo fue la
separación familiar, luto, dolor y enfermedades exóticas,
entre otras cosas. Por sólo citar dos países, Angola
y Etiopía, dejaron atrás un alto número
de muertes de compatriotas, en aquellas tierras extrañas
y en estos momentos Angola busca una solución nacional
con la participación de la UNITA y el genocida general
Mengistu Haile y Marian, condecorado aquí en Cuba con
la Orden José Martí, huyó ignominiosamente
de Etiopía.
También, cuando
se creyó conveniente, se convocó esa unidad para
recibir como representantes de la "comunidad cubana en el
exterior"' a los hermanos del exilio, después de
haber mantenido separadas las familias y entorpecido la correspondencia
para evitar todo tipo de comunicación afectiva. Por lo
que ello representaba en las muy desarticuladas finanzas del
país, se orientó a los militantes del Partido que
podían recibir en sus hogares a los que habían
sido vilipendiados como "vende patria" y "gusanos"
y habían tenido que soportar huevos y golpes en las famosas
"manifestaciones de dignidad del pueblo", que dieron
lugar a las Brigadas de Respuesta Rápida y a los detestables
"actos de repudio".
En nombre de la unidad
se crearon los "pueblos cautivos", se persiguieron
los religiosos, se dejaron a las iglesias prácticamente
sin parocos. Se señala en el documento: "el Congreso
aprobó el ingreso al Partido de revolucionarios con creencias
religiosas". Esto implica que se enorgullecen de una decisión
que tiene aparejada la vergüenza de más de 30 años
persiguiendo a los que profesan ideas religiosas. Si miramos
hacia atrás, todo esto se produjo en buena medida por
motivaciones oportunistas, ya que algunos militantes se hicieron
religiosos para que los separaran del Partido.
La unidad a la que
se refiere el Partido no es de ideas, sino la pretensión
de que la población esté alrededor de una cúpula
dirigente.
Por lo demás,
no podemos aceptar que un gobierno que se ha dedicado a dividir
el país, pueda hablar EN NOMBRE DE LA UNIDAD.
III -
EL PRINCIPAL OBJETIVO
La filosofía
del gobierno no es la de servir al pueblo, sino la de ser su
dictador. El principal objetivo no lo constituye garantizar a
los ciudadanos una calidad de vida con un mínimo decoroso.
E1 poder, a través del control totalitario es el fin que
persigue la política. Ya nadie se engaña con la
justicia social que tanto se ha propugnado. El nivel de los salarios
combinado con el estancamiento de otros factores de índole
financiera, hace que cada día, sea más difícil
la situación de la población. Y mientras más
se deteriora, más se politizan y se militarizan las actividades
económicas.
Una significación
que es un verdadero xxx es la que se le da a lo que denomina
Sociedad Civil Socialista. Los autores del documento quieren
desconocer que la sociedad civil está integrada por elementos
ajenos al control del Estado, por lo que no puede ser Socialista,
o lo que es lo mismo sovietista. Pero ahí está
el imperialismo yanqui, convertido en el enemigo que nos hace
falta para hacerlo responsable de todas las ineficiencias, para
que cargue con los errores y sirva para exacerbar el falso nacionalismo
y la arenga de unirse para combatirlo. Tal parece que el diferendo
con los vecinos del norte es la razón de ser de nuestra
sociedad y esto es lo que transmite el documento.
IV - EL
PROGRAMA PARA SOLUCIONAR LA CRISIS
En un párrafo
en el que expresan algunos de los objetivos que ha cumplido el
gobierno, se puede leer: nuestro país se llenó
de carreteras y caminos, así como de obras hidráulicas
para uso productivo, se implantaron el ordeño mecánico,
la aviación agrícola, técnicas desconocidas
en el medio rural.
Sin embargo, la realidad
nos muestra que: no hay transporte para las carreteras y los
caminos, no hay suficiente agua disponible en las principales
ciudades. En particular, en Ciudad Habana hay municipios muy
poblados con serias carencias del precioso líquido, y
provincias completas con problemas para los regadíos,
Santiago de Cuba es su principal ejemplo.
La masa ganadera se
redujo. En 1955 alcanzaba un per capita te 0,82 cabezas por habitante.
40 años después, era de 0,38. La leche que se distribuía
en la década de los 80, procedía de un intercambio
con la ex-república Democrática Alemana. Prácticamente
no hay vacas que ordeñar y los medios mecanizados están
convertidos en chatarra por la falta de cuidados en su conservación.
Todas las técnicas introducidas indiscriminada e ineficientemente,
lejos de servir para incrementar la producción agrícola
de alimentos, a largo plazo, han entorpecido su desarrollo. Al
menos, el antiguo sistema de producción garantizaba la
oferta y permitía satisfacer las necesidades de la población.
Un poco después
el documento plantea más de tres millones de hectáreas
pasaron a las Unidades Básicas de Producción Cooperativa
(UBPC). Se quiso hacer creer que éste era un novedoso
método de producción, que sacaría la agricultura
de la crítica situación en que se encuentra. Sin
embargo, han pasado más de 3 años de su instauración
y no se han visto los resultados. El propio gobierno, a través
de sus voceros oficiales, ha declarado que sólo el 7%
de las UBPC tienen una rentabilidad que pueda ser calificada
de marginal. A esto se puede añadir que se ha dado una
nueva categoría a la contabilidad, designándola
como no confiable en más del 60% de las entidades estatales.
También han reconocido que los centrales no muelen con
rentabilidad y que no se puede tratar de alcanzar este objetivo
en base a dejar de producir caña. Al hablar sobre el conjunto
de transformaciones y lo alcanzado hasta el periodo especial,
se hace referencia a que se hubiera permitido desarrollar con
éxito el programa alimentario, de donde se deduce que
en la actualidad ese programa no tiene vigencia. Pero tampoco
hay algo alternativo. Ni la menor perspectiva que pueda poner
fin al severo racionamiento que dura ya 35 años. Un récord
mundial.
Después de analizar los párrafos subsiguientes,
puede concluirse que no hay programa tampoco para darle solución
a la crisis económica y social. Porque si Cuba debe insertarse
en la economía mundial sin renunciar a su rumbo totalitario,
el reto es mucho más que difícil, debido a ese
inmovilismo que ha caracterizado a la política del gobierno
cubano, que cada vez lo separa más de las instituciones
financieras, de la ayuda de bloques de países tales como
la Unión Europea, e incluso de la posibilidad de llegar
a acuerdos bilaterales. La situación de las finanzas externas
es tétrica y no hay posibilidades de seguir pagando préstamos
a corto plazo, con intereses del 17 o 18%, niveles semejantes,
incluso, los de bajo por ciento desde el servicio de la deuda
resultan de difícil adquisición.
¿Qué
ofeece el Partido Comunista al pueblo? Tendremos sólo
aquello que seamos capaces de crear, le dice. Más que
una promesa parece una lúgubre amenaza, por la proverbial
ineficiencia del sistema de producción y por tradicionales
limitaciones que este le impone a la ciudadanía. La lista
de los problemas es enorme. No obstante, solo se anotan algunos
de los problemas materiales, pero no se refieren a las carencias
espirituales de nuestro pueblo y mucho menos a la falta de libertades
de todo tipo. Para el Partido, están claras las tareas
concretas, lo que no deja de manifiesto para el pueblo son las
soluciones a los problemas, los plazos, las perspectivas. Es
como si de pronto el futuro se sintetizara en esta consigna.
Ante nuestra dura realidad, sólo cabe la conducta patriótica
y revolucionaria de trabajar más y mejor. Este pasado
que se pinta tan esplendoroso tendría que servir para
resolver la crisis, porque de todas esas conquistas, de todos
esos logros, se viene hablando desde la época de los 60.
Eso quiere decir, aceptando lo que los comunistas alegan, que
en los últimos 30 años no le han dado nada al pueblo.
Se trata, pues, de un régimen anclado en el pasado, que
vive en el pasado y un pasado bastante remoto.
V - CONCLUSIONES
Cuando este 28 de
enero el Gobierno de los Estados Unidos publicó el Plan
de Apoyo para la Transición, no hubo una respuesta alternativa
por parte del gobierno cubano a las responsabilidades que en
él se plantean para respaldar un proceso de transición.
E1 documento elaborado por el Partido Comunista no es esta alternativa,
porque no ofrece nada en concreto al pueblo cubano. Quedan sin
explicar cuestiones tales como:
la forma que se va a salir de la catastrófica situación
económica solución para el vacío ideológico
que ha creado la crisis política existente, que entre
sus consecuencias, ha llevado a la juventud a vestirse con símbolos
de banderas extranjeras lo que se va a hacer para mantener, al
menos, los niveles que alcanzó la Salud Pública,
la Educación y la Seguridad Social y para no incrementar
la dolorosa situación de la población.
¿Qué
va a convenir el gobierno cubano para solucionar los diferendos
internacionales y tratar de insertar tasas de economía
globales?
Las medidas que tomará
para la eliminación del embargo
Las vías para
recuperar la parte del territorio cubano ocupada por bases militares
extranjeras; Guantánamo, Lourdes y Cienfuegos
La manera de encontrar
causa el número creciente de personas que expresan su
oposición a la política oficial y de dejar de considerar
al ciudadano cubano como una persona de tercera categoría
en su propio país
No es un secreto que
Cuba tuvo el peor comportamiento de la región en el quinquenio
91-95 y aunque se habla de una recuperación en 1996, el
pueblo no la percibió. Al terminarse la ayuda del bloque
soviético se incrementó la ineficiencia del sistema
y se redujo el comercio exterior.
No cabe dudas que
hay que replantear y rediseñar la política socioeconómica
para mejorar los resultados, tanto la sociedad, como la economía,
tienen que dejar de ser usadas para ejercer el control, para
insertarse en el contexto de la intensa competencia internacional
y del dinámico cambio tecnológico, Cuba necesita
una recuperación basada en altas tasas de crecimiento
sustentable, Lo que está planteando el Partido no es esto,
sino mantener el "status quo" del totalitarismo, que
ya es obsoleto, y que nos quiere atrapar en el atraso económico
y social, en medio de un mundo muy dinámico y competitivo.
Nadie quiere volver
a la parte negativa de los años 50, como quiere hacer
ver el gobierno. Las realidades del mundo han cambiado significativamente
y las de nuestro país, también. La transición
hacia la democracia que queremos lograr, está basada en
los principios fundamentales de la Constitución del 40,
que establece derechos sociales que no tienen nada que ver con
el influjo de la extensión del neoliberalismo. En realidad,
la situación de hoy, con empresas extranjeras que contratan
a sus trabajadores por conducto de un intermediario estatal que
los explota y que ni siquiera les ofrece un vínculo laboral
estable, sí podría ser calificada como neo-totalitarista.
No brinda el documento la posibilidad de existencia de un Estado
de Derecho, ni un sistema judicial independiente e imparcial
que no permita que se rechacen las libertades y derechos individuales
y el pluralismo político
El gobierno, con su
actual posición, no tiene la posibilidad de estabilizar
la economía rápidamente sin recesión y esta
es la condición previa para lograr una efectiva recuperación
y consolidación económica. En fin, el Partido gobernante
no tiene nada concreto que ofrecer.
VI -
RECOMENDACIONES
El documento hace
referencia a la apertura económica que conlleva la creación
de empresas mixtas y otras formas de asociación con el
capital extranjero. Pero esto no ha sido suficiente, ni mucho
menos, es lo necesario. En un proceso de verdadera apertura económica,
que conllevaría una democratización del país,
la comunidad cubana en el exterior, un millón y medio
de personas, podría contribuir, sin lugar a dudas a la
recuperación sustentable de la economía. De hecho,
en estos momentos, la ayuda que brindan a las familias en la
Isla, es un potencial considerable del poder de importaciones
del país, prueba de ello es que el gobierno no se ha atrevido
a gravar con impuestos la recepción de este dinero.
También los
cubanos de adentro han demostrado lo que son capaces de hacer
con un pequeño espacio de libertad económica. Los
cuentapropistas, a los que el sistema ha tratado de ahogar por
lo que representan desde el punto de vista político, convierten
en un derroche de eficiencia cualquier pequeño negocio
que emprenden. En relación con esto, la revolución
estimula la creatividad de las masas en todos los campos. Son
incontables las soluciones que se han ido aportando a la producción
y los servicios. Si verdaderamente se quiere estimular la creatividad
de las masas en todas las esferas, hay que pemitirlas en el terreno
económico, no impidiendo que el cubano pueda invertir,
tal y como se autoriza al extranjero, incluso, para ser consecuentes,
se podría extender este método de estímulo
al plano político.
Se dice que el Partido
demanda de cada uno de sus integrantes pensar con su propia cabeza
y expresarse libremente en el seno de las organizaciones partidistas.
Entonces son 770,000 las personas que cuentan con licencia para
pensar y hablar, pero el resto del pueblo, de los sin partido,
de los que constituyen la mayoría de la población,
no tienen posibilidad de expresarse libremente, les hace falta
también su espacio. No le va a resultar curioso el siguiente
planteamiento: nuestro sistema electoral es ajeno a la politiquería,
el fraude, la compra-venta de votos. ¿Es que no cabe esperar
otra cosa, ya que sería el colmo, que cuando los candidatos
responden a la línea del Partido, éste incurriera
en vicios y los permitiera? También dice: el Partido no
postula, ni re-elige ni revoca. Está claro que no tiene
necesidad de hacerlo. Ahí están las organizaciones
de masa, cuya dirigencia en pleno milita en el Partido. Basta
con que ellos participen en el proceso de postulación
entera en las llamadas Comisiones de Candidatura. A pesar de
todo esto, compulsan a las personas a votar. Lo novedoso sería
que permitieran a la oposición que formara parte del propio
proceso doctoral, contando con sus propios partidos y con la
posibilidad de postular a su candidatos y hacer campañas
políticas y dándole acceso a observadores internacionales
para que supervisen las elecciones.
En el documento se
habla de nuestro Estado de Derecho. Pero no se puede observar
ni uno solo de los rasgos que lo caracterizan. No se respetan
las leyes; cosa que el reciente Decreto 217 demuestra, que viola
lo preceptado en la Constitución y en la Ley General de
la Vivienda, al igual que la práctica sistemática
y el incumplimiento de la vigente Ley de Asociaciones. En lo
tocante a las innumerable solicitudes de ese tipo, formuladas
por las distintas organizaciones independientes, las cuales deben
ser legalizadas.
El Estado no está
al servicio del ciudadano. Ni siquiera existe entre aquel y este
una relación igualitaria de derechos y obligaciones recíprocas,
sino que, por el contrario, el ciudadano está al servicio
del Estado.
Las leyes no respetan
los derechos inherentes a la persona humana, como lo demuestran
las innumerables denuncias de las violaciones a dichos derechos,
así como las reiteradas sanciones a Cuba por esa razón
en las Naciones Unidas.
El Gobierno debería
solucionar problemas tales como el derecho a entrar y salir libremente
del territorio nacional a los cubanos y permitir el ingreso en
el país al Relator Especial de las Naciones Unidas para
los Derechos Humanos y a su equipo. No se puede dejar de señalar
que no existe seguridad jurídica en el país, porque
ha quedado demostrado que las leyes, y hasta la Constitución,
pueden ser modificadas de la noche a la mañana, por lo
que si se reconocieran otras corrientes ideológicas además
de la que propugna el Partido Comunista, se debería convocar
a una Asamblea Constituyente que modifique, ante todo, la actual
Constitución vigente, pudiendo tomar, como base, la Constitución
del 40, con el fin de posteriormente, realizar elecciones pluripartidistas.
Medidas como éstas
son las que podría propugar el Partido Comunista para
tratar de evitar el surgimiento espontáneo de cualquier
tipo de situación social violenta en un corto plazo.
Es imposible seguir
llevando esta nación a la ruina, sin esperar un despertar
incontrolado de la población, buscando espacios en una
sociedad civil con instituciones democráticas, podría
acarrear lo que nadie quiere. Es mejor discutir soluciones ahora
que enlutar la Patria mañana.
Ciudad de La Habana,
27 de junio de 1997
Félix Antonio
Bonne Carcassés
René Gómez
Manzano
Vladimiro Roca Antúnez
Martha Beatriz Roque
Cabello
Documento
divulgado por Ruth Montaner, del Grupo de Trabajo a la Disidencia
Cubana.

|