ROMA
La
alianza de centroderecha de Silvio Berlusconi ganó la
mayoría en las dos cámaras del Parlamento italiano
en las elecciones generales celebradas el fin de semana, según
cifras difundidas el martes por el Ministerio del Interior. 
Los resultados oficiales dieron al
bloque de Berlusconi -- integrado por su partido Forza Italia,
la Alianza Nacional, de extrema derecha, y la Liga Norte -- 368
de los 630 escaños que forman la Cámara de Diputados.
En el Senado, la alianza centroderechista conquistó 177
de las 315 bancas.
Por su parte, la gobernante coalición
de centroizquierda obtuvo 242 escaños en la Cámara
de Diputados y 125 en el Senado.
El líder centroizquierdista
y ex alcalde de Roma Francesco Rutelli había reconocido
la derrota horas antes, allanando el camino para que Berlusconi
vuelva a ser primer ministro, después de siete años.
"Reconozco la legítima
victoria electoral de la centroderecha", dijo Rutelli una
rueda de prensa celebrada en Roma.
Estados Unidos había adelantado
también sus felicitaciones a Berlusconi. El portavoz del
Departamento de Estado, Richard Boucher, manifestó el
lunes en Washington: "Felicitaremos al señor Berlusconi
y su coalición por esta aparente victoria... Confiamos
en que Estados Unidos siga disfrutando de una fructífera
relación con el gobierno italiano".
Una coalición debe ganar la
mayoría en las dos cámaras del parlamento para
que el presidente Carlo Azeglio Ciampi pueda otorgarle la facultad
de formar el próximo gobierno de Italia, el número
59 desde 1945.
El portavoz de Berlusconi, Paolo
Bonaiuti, dijo que el magnate de los medios de comunicación
confiaba en que poder garantizar un gobierno estable.
Silvio Berlusconi prometió "una nueva era" para
los italianos después de la victoria de su coalición
conservadora en las elecciones parlamentarias del domingo.
"Estoy convencido de que todos
ustedes sienten la necesidad de un gobierno que gobierne y de
un primer ministro que habla menos y trabaja más y mejor",
dijo.
Los resultados oficiales mostraron
que la coalición de Berlusconi logró la mayoría
en el Senado y los resultados provisionales ya le daban una cómoda
mayoría en la Cámara de Diputados.
"Una nueva era comienza para
todos los italianos", declaró en un comunicado.
No había una estimación
acerca de cuándo concluiría el escrutinio, pero
el popular ex alcalde de Roma Francesco Rutelli, candidato de
la coalición del Olivo, declaró en una conferencia
de prensa que Berlusconi había logrado una "victoria
legítima" en los comicios.
Rutelli dijo que ahora se concentraría
en crear una "oposición responsable y decidida"
y que presionaría a Berlusconi para que resuelva posibles
conflictos de intereses entre la jefatura de estado y su gigantesco
conglomerado de medios y empresas.
Los resultados oficiales definitivos
demuestran que la coalición de Berlusconi, Casa de Libertades,
obtuvo 177 escaños en el Senado de 324 miembros, en tanto
la coalición de centroizquierda de Rutelli consiguió
125 bancas.
Asimismo, los resultados preliminares
indicaban que Berlusconi obtuvo al menos 330 escaños en
la Cámara de Diputados de 630 bancas.
La Casa de Libertades -compuesta
por el partido Forza Italia de Berlusconi, la ultraderechista
Alianza Nacional y la separatista Liga del Norte- necesita una
mayoría en ambas cámaras del parlamento antes de
que el presidente Carlo Azeglio Ciampi le pueda dar un mandato
para formar el próximo gobierno de Italia.
Berlusconi, el hombre más
rico de Italia, es propietario de los tres principales canales
de televisión italianos y del equipo de fútbol
AC Milan, y les ha prometido a los italianos grandes recortes
impositivos, jubilaciones más altas y un millón
y medio de nuevos empleos, aunque no ha brindado detalles de
cómo lo hará.
En medio de intensas críticas
durante la campaña, insinuó que podría conformar
una junta independiente para que controle su imperio periodístico,
cuyo valor se estima en 12.000 millones de dólares.
Sin embargo, los analistas dicen
que el gran interrogante que pende sobre la victoria de Berlusconi
es la medida en la que él tendrá que depender de
la Alianza del Norte, que abandonó su último gobierno
en 1994 y precipitó su colapso apenas pasados siete meses.
Los aliados de la Unión Europea
ya han expresado malestar sobre las tendencias hostiles a la
UE y a los inmigrantes de la Liga.
Los resultados de los comicios -de
los que participó más del 80 por ciento de los
49,5 millones de italianos- han sido demorados por una combinación
de recuento lento y un complejo sistema de representación
proporcional.
El ministro del interior italiano,
Enzo Bianco, ha pedido disculpas por el caos de la votación,
con filas de votantes frente a locales que en ocasiones permanecieron
abiertos incluso seis horas después de vencido el plazo
para votar.
El número de locales de votación
se redujo a un tercio para tratar de ahorrar dinero.
Los mercados han estado esperando
que se defina un claro ganador de las elecciones para evitar
la inestabilidad política que ha plagado al país.
El nuevo gobierno es el número 59 desde la finalización
de la Segunda Guerra Mundial y ninguno de los 58 anteriores duró
el mandato parlamentario completo de cinco años. |