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EL
sincretismo es una más entre las varias características
que nos definen como pueblo; no podria ser de otra manera. Somos
la consecuencia de la fusión,básicamente, de dos
razas, la europea y la africana, las cuales a su vez, son el
resultado de la suma de muchos otros pueblos con tradiciones
y religiones diferentes. En España, la Vieja España,
iberos, vascos, judíos y moros, cada uno en una u otra
forma, habían creado lo que nos llegó como catolisismo.
Los negros de la inmensa Africa, mandingas, bantu, congos, carabalies,
forzados a evangelizarse,y en muchos casos con referencias musulmanas,
de manera testaruda y solapada, mantuvieron sus credos y en el
proceso crearon algo nuevo; la religión afrocubana. |
Luego, los chinos,
no tanto, pero algún que otro grano de arena han dejado
en nuestro panteón, ellos son más sutiles.
Los antropólogos tendrán que trabajar más
duramente para decifrar los arcanos de su legado.De los indios,
no quedó casi nada, eran muy pocos, no pudieron resistir
la conquista. Como suele pasar, no perdura la fé más
fuerte, sino la fé del más fuerte.
Por muchos años, al menos de manera formal, la religión
aceptada era la católica, luego las iglesias protestantes,
siempre con un poco de sospecha, pero cristianas al fin y al
cabo. En un último y oculto lugar, las "cosas de
los negros", mal vistas, simples oscurantismos a los cuales
una persona de buena educación sólo podía
mirar con desprecio, a no ser que se enfermara un hijo, tuviera
problemas legales ó aspiraciones políticas. Hoy
a cambiado en algo, apesar de los coqueteos con el Vaticano por
parte del gobierno cubano, no es nada recomendable ser católico,
tampoco santero, sólo que la santeria generalmente se practica
de forma más discreta, los santos africanos no son tan
exigentes encuanto a la demostraciones públicas de lealtad,
han estado escondidos por muchos años, saben como resistir
y florecer en tiempos aciagos.
Bueno en eso la Iglesia Católica es insuperable, para
ser justos.
Los cubanos somos un pueblo de mucha fe, no un pueblo religioso,
somos demasiado irreverentes como para abrigar sentimientos de
culpa, por mucho tiempo, así lo demuestra nuestra música,
nuestra charla apresurada, generalmente irreflexiva, siempre
hay tiempo para una broma, de ese elemento deslumbrante esta
formada nuestra literatura y nuestra vida cotidiana.
No somos ni españoles ni africanos, tampoco beatos, somos
de fé, y burlones, simplemente cubanos.
a cura de Hector Delgado Monzón |

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