Kuntanabalaika

Premisas:

1) "Kunta na bala" en dialecto piamontes significa cuentar un chiste, aquí, añadido a balalaica, (instrumento ruso similar a una ghitarra) sirve a "rusificar" el titulo chistoso.

2) En el dialecto de la ciudad italiana de Trieste las chica/chicas son llamadas "mula/mule".

3) La famosa carrera de caballos montados a pelo, el "Palio de Siena", se curre en la más linda plaza medieval del mundo: "Piazza del Campo"

4) "farsi la mula", "farsi ..", pasado de la jerga al linguaje hablado por todos "hacer a .." tiene sentido de poseer sexualmente. (en la jerga de los toxicomanos significa también tomar una dosis)

El lugar de la tierra donde se alcanzan las más bajas temperaturas invernales no se encuentra al polo sur, como se haría llevados a pensar, más bien poco sobre al circulo polar artico y a 120 grados este, precisamente en la Siberia oriental. En estos parajes, en lleno invierno, se llega a veces a setenta bajo el cero, de todas maneras menos cinquenta es la media díaria.

Erabamos a enero, el mes más frío, y también a Leningrado con el hielo no era un chiste. A menos veinte y cinco los peces, capturados a traves de los hoyos en el hielo, quedaban congelados en un rato, apenas a contacto con el aire, paralizados en el último esguince y memorizando así la tipica forma arqueada que se encuentra en los mercados.

Ay de mi a tentar de desencorvarlos! Se quebrarían como cristales.

Uno de estos pequeños lagos era cuanto Anatoli Spasky estaba mirando desde la oficina de la SiberTreck, nota agencia rusa de viajes aventurosos.

El ex explorador estaba con los pies al cálido, sentado a sua actual escritorio de dirigente, demostrando interesarse a las propuestas de su interlocutor Dimitri Vicchievich.

El hirsuto hombre llegado desde Siberia proponía de huespedar a los turistas en su aldea, propio durante los días más fríos del año.

El corrido Spasky pensaba que, por cuanto estupidos fueran los occidentales en general, un tal nivel de masochismo no lo hubieran todavía alcanzado; por no hablar de las dificultades organizativas a similares bajas temperaturas.

Dimitri vivía con su hermano Ivàn en un Isba cercana al río Lena, que cuando no es totalmente helado descarga sus aguas en el mar glaciar Artico en la zona llamada mar de Laptev.

Los dos chicos habían crescido sin nunca moverse desde el lugar de nacimiento y antes de los veinte años habían conocido, además de sus padres y a los compaesanos, sólo tres extranjeros: dos italianos y un ingles.

El dirigente de la SiberTreck se recuerdaba bien de Bruce Chatwin, el peripatético escritor ingles, no olvidava además uno de los italianos, el más famoso escalador al mundo a los tiempos de su adolescencia: Walter Bonatti. El terzero, un tal Bruno Giuliano le risultava un perfecto carneade y pidió detalles sobre de él.

- Le aseguro que era un tipo exentrico, de nombre similar a nuestro grande compañero Ulianof Lenin, mas su extrañeza mayor era de traerse, como amuleto, un portaligas feminino fabbricado en Siena, una ciudad de arte me parece.

- Deja perder el compañero compadre, ahora somos también nosotros mitad americanos, al menos yo me paso más bien.

Con un escalofrío Anatoli paragonó sus pasadas estaciónes en aquellas landas en busqueda de mamutes, al tepor del regazo de su joven secretaria, a la comodidad de su baño personal y recuerdó ..

".. Eran a menos 60, muy cercanos a Bulun, ciudad ponida al estuario de la Lena, al limitar entre taiga y tundra.

Tenía una necesidad impelente de orinar, mas sabía que apenas hubiera desabotonado la solapa del pantalon, sea el chorro que el grifo de la fuentecita se mudarían en una frágil estalactita de hielo.

Entonces se aseguró que las botas fueran bien cerrados al rededor de los tobillos y dejó que el líquido deslizara a lo largo de la calda pierna derecha hasta a formar una plata estalagmita salendo por los triples pantalón .."

**

Ivàn había quedado solo, la última mujer la había vista en foto años antes, cuando había pasado el exentrico italiano que le había revelato que, aquella, era la senese del portaligas.

El chico no era pero totalmente solo, una joven mula, Iovanka, compartía la isba de los hermanos Vicchievich y en el periodo veraneo contribía a transportar a Bulun los escasos productos de aquellas avaras landas.

Ivàn imaginaba su animal en Plaza del Campo, lista para a correr el Palio y ojalá a ganarlo. Piedadosmente el viajero italiano había esquivado de revelarle la esistencia en el mundo de caballos y yeguas y había confiado al chico que nunca había visto una "mula" así hermosa, ni siquiera en Trieste.

Atadas a las extravagantes descricciónes hechas por Bruno, la fantasia de Ivàn había pintado un retrato de Italia muy bien exentrico y no veía por que no "farsi la mula", ya que por los triestinos era nada menos que un alarde.

El problema era el frío. Las isbas son en practica de las cáscaras de madera y barro ponidos al rededor de una enorme estufa de ladrillos y si bien quedan encendidas todo el día y per todo l'año, en lleno invierno se está de todas maneras demasiado bajo cero. El otro problema era consecuencial: el almenos triple estrado de vestidos, cerca diez centimetros de lana y pelaje que se encuentraba obligado a vestir también en casa, le impediría de acercarse bastante a su obiectivo no obstante la ayuda de un taburete.

Debía calentar ulteriormente el ambiente. Inùtil pensar de atizzar todavía el fuego en la estufa, la enorme inercia termica de la construcción necesitaría días y consumiría demasiada madera de la ya escasa reserva.

Se recuerdó del tanque de gasóleo olvidado por el último loco visitante y preparó distintos hogares sirviendose de viejas latas.

Luego una veintena de minudos la temperatura se puso umanamente soportable y Ivàn pude empezar a sacar un primero estrado de vestidos, y despues un segundo, y despues .. ¡adelante!

El chico, justamente pues tal, no se había nunca preguntado porque las estufas tenieran una cheminea, ni siquiera había nunca frecuentado clases de bomberos y no podía conocer el actitud asesina del óxido de carbono. L'inefable veneno, inodoro y insaporo alcanzó primero al cerébro del animal que cayó improviso derramando un par de brazeros. Quedado de pies sobre el alto taburete Ivàn sentió girarle la cabeza como preso por vertigos .. no podía ser esto .. sin embargo estaba sólo a medio metro arriba el piso!

La consciencia del peligro del fuego encontrolado lo salvó dal incumbir del óxido. Saltó , o mejor cayó del taburete, se levantó derramando los otros brazeros y corrió hacia el tanque del agua. ¡No! estaba todavía helada. Recogió los demás vestidos y corrió afuera. Un par de horas luego toda el isba era reducida a un monton de escombros humantes.

**

En la oficina de la SiberTrack Anatoli y Dimitri estaban continuando su charla.

- Cerca de vosotros se dice todavía "kuntanabalaika"?

Por cierto que Dimitri recuerdaba su dialecto, lamentablemente su hermano más joven un poquito menos! El ruso por su generacion no era más estada una lengua extranjera. "Kuntanabalaika" o sea: "farsi una mula", en dialecto Circuncyso, significaba aventurarse en una empresa a veces dañosa, otras veces estéril, como las mulas justamente.

- Si fuera en vosotros daría fuego a la barraca y iría a vivir aquí.

Bruno Giuliano 2001

Original en italiano:

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