Coja uno o dos huevos muy frescos, quite las claras y eche las yemas a un tazón junto a una pizca de sal.
Con una cuchara de madera, bata los huevos como si tuviera que hacer la batida de huevo (zabaione) para el niño que no quiere comer o que tiene un examen en la escuela, tiene que girar la cuchara siempre en el mismo sentido y con menos fuerza que para el "zabaione". Mientras gira, vierta lentamente el aceite de oliva virgen extra de Puglia. El huevo, de esta forma, "monta" y cuando se despega de las paredes del tazón, añada el jugo de medio limón y un poco de vinagre.
Coja, ahora, un ramo de perejil (hay alguien que usa unos pepinos en vinagre), córtelo en trocitos muy pequeños, añada al perejil un diente de ajo (o más si le gusta) y, un poco de atún en aceite.
Una el perejil con atún y ajo a la crema de huevo, mezcle lentamente hasta obtener una delicada crema amarillo-verde con la que acompañar el pescado.
Puede usar la misma salsita para la carne cocida. En este caso, pero, añada alguna anchoa.
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