Proyecto Odysseus 2000
“Identidad personal y convivencia social”

ITINERARIOS
Historias de viaje al interior del mundo


DESPEDIDA  FINAL


 


Invirtiendo las secuencias normales de la narración, inicio a despedirme a la mitad del camino, todavia antes de concluir la presentaciónde las historias de nuestros amigos. Lo hago preguntandome si se trata de una "despedida" porque el viaje metaforico en el "romance" esta dirigiendose al final, o bien porque, despues de tanto esperar, finalmente esta llegando el momento de partÏr en este nuevo viaje a traves de la intercultura.
No pruebo ni siquiera a responder. Concluyo con el ultimo dialogo, con una familia que viene de Marruecos y vive a Lleida, a la cual todo le va bien, no le falta nada.

“¿Como se encuentran  en ésta ciudad, y en el barrio?”
“Bien. no falta nada.”
“¿Tienen un núcleo de amigos? son árabes,  del pueblo o  mixto?”
“Són de Serós... vienen a casa... yo voy a su casa... vamos al bar... no nos relacionamos mucho con marroquís.”
“¿Cuando salen en familia que actividades son las que más les gusta realizar, donde acostumbran ir ? Asisten a algún espectáculo? Van al cine?”
“Vamos al bar... a los jardines de Serós...”
“¿Participan en las actividades de la Fiesta Mayor de la ciudad? cuáles les gustan más?”
"Vamos a las fiestas de Serós, Aitona, Fraga... a paseo.”
“¿Asisten a algunas competiciones deportivas? Van alguna vez a comer fuera de casa?”
“Rida hace Karate y Nabila hace gimnasia... Comer al restaurante no."
“¿Utilizan los servicios sanitarios?”
“Sí, vamos al CAP (Centro de Atención Primaria) para ir al médico.”
“¿Cómo ve el tiempo pasado, desde sus recuerdos o por referencias, si las tiene, recibidas de los  mayores?”
“Yo recuerdo mucho a los amigos de Marruecos... los padres, toda la famiglia... los hermanos, las hermanas. Todos están allí.”
“¿Que costumbres mantienen ? Porque?”
“Todas las que podemos: Ramadán, la fiesta del cordero... no bebemos alcohol, no podemos comer cerdo queremos que los hijos las conozcan... por religión... porque somos musulmanes”
“¿Cuáles han incorporado como nuevas, porqué?”
“La fiesta de los Reyes... comer la Mona... comer al campo... las fiestas de aniversario con los niños de la classe... Rida y Nabila van a casa de otros niños... los niños vienen a casa también.”
“¿Como las han aprendido?”
“Una amiga española me lo enseñó y cuando tuve los niños, yo lo hice.”
“¿Como lo  ven los abuelos?”
“Se extrañan pero lo ven bien... preguntan porque no saben que cosa son los Reyes, la Mona.yo les explico y se rien porque no lo saben.”
“¿Que costumbres se han perdido? Porqué?”
“La de tener muchos niños... en Marruecos tienen 10 ó 12 hijos... nosotros pensamos que son muchos niños...yo no quiero tener tantos niños.”
“¿Los hijos hacen alguna actividad extraescolar: tiempo libre, deportes, parroquia, ludoteca, asociaciones..?”
“Las que hacen en el pueblo... karate y gimnasia”
“¿Van a la escuela? Como se encuentran  en la escuela?”
“Sí, se encuentran muy bien... como todos los niños... a Rida le cuesta más estudiar.”
“¿Hablan el catalán en la escuela?”
“Sí.”
“¿Sus amigos son árabes, españoles o mixtos?”
“Son los del colegio... casi todos del pueblo... españoles.”
“¿Participa en las salidas, competiciones deportivas, fiestas... de la escuela?”
“Sí, siempre.”
“¿Qué es lo que más le gusta de la escuela? y menos? Qué cosa cambiaría?”
“Todas las cosas les  gustan a los niños... a mi también me gusta... me gusta que estudien.”
“¿Qué futuro desearía para sus hijos/as?”
“Que estudien mucho.”
“¿De tres deseos qué cosa pediría, si tuviera la seguridad de que se le iban a conceder ?
“Vivir bien, comer bien y que no falte nada en la casa.”

He ya recordado la grande nostalgia que esta señora siente por su país, la cual no es condividida por sus familiares. La platica con su entrevistadora se concluye así:
“¿Quiere agregar algo mas?”
“Nosotros tenemos una casa en Marruecos donde cada año vamos de vacaciones... a mi me gusta ver mi familia. La casa esta en Tetouan donde mis hermanas la cuidan, la limpian... estamos bien aquí... a mi me gusta Marruecos... para la familia... a los hijos no les gusta... las costumbres son muy diferentes... mi marido y los hijos quieren restar aqui... yo pienso a mi familia mucho mas que ellos.”

Al inicio habia dicho “no me falta nada aquí”: estos estados de animo contrapuestos estan habituados a convivir juntos dentro las mismas personas.

Algunas veces tenemos una especie de tentativo a esconder las contradicciones?
Me preguntaba ésto mientras leía nuestras entrevistas. Se puede preguntar directamente: "¿como se siente su hijo en la escuela?", ilusionándonos de recibir de inmediato, con pocas palabras, una respuesta completa y concluyente?, ojalá tranquilizante? Si comparamos nuestras respuestas a los cuestionarios introductivos a los dos cursos de formación con aquello que con frecuencia nos responden nuestros amigos venidos de todas partes del mundo, parecería que el malestar y la dificultad en la escuela sea un problema advertido más por los enseñantes que no por los padres de los chicos extranjeros. La incomodidad de los chicos se puede leer sólo "entre lineas". O bien, cuando oímos narrar algunos episodios de malestar, es como si no se tratase de una verdadera contradicción, de alguna cosa "no justa", sino sólo de un hecho natural al cual quien viene de fueras debe por fuerza adaptarse, doblegarse, echándose él la culpa de aquello que no funciona. Por ejemplo, cuando la madre Tunecina cuenta de la maestra que le recomienda de no dejar hablar árabe al hijo cuando está en casa. O bien del doble trabajo de los niños Griegos, que al final de todos modos se quedan suspendidos en vilo entre los dos mundos. Rileyendo de nuevo las respuestas a los cuestionarios de los dos cursos de formación, podemos decír que también nosotros buscamos instintivamente de esconder las contradicciones. En efecto muchos de nosotros decimos que el problema más grande que se puede encontrar para el inserimiento de un chico extranjero, es aquél de la disciplina y del comportamiento, ésto es cuando el conflicto y el contraste es más evidente: no nos importa que el chico extranjero hable ya bien la nuestra lengua. En cambio, percibimos como mejor la situación en la cual el chico permanece tranquilo, aunque si no entiende la nuestra lengua.
Enmascarar las contradicciones significa hacer finta no sólo que todo va bien sino también que todo sea igual. Que la cultura, la nuestra cultura, sea un hecho natural, sea estática y precisa, reparada de los contrastes internos, que nos provea naturalmente los codigos de lectura justos para interpretar a los demás, hacer preguntas que tengan sentido, coloquiar. Pero, hemos también descubierto como al nuestro interno las opiniones con frecuencia son muy diferentes, y hemos descubierto también, en nuestros dos cursos de formación, cómo las experiencias hacen cambiar las nuestras opiniones y percepciones, sobretodo mejoran las relaciones con los demás. Nos hacen entender, o almenos intuír, que la cultura es dinámica, se desarrolla, sabe enfrentar mejor las situaciónes cuando es crítica y dudosa, busca las contradicciones y no las esconde.
Partímos para éste viaje a través de la intercultura hablando de "mirada homologante", de "nosotros" de "ellos". Hemos encontrado en solo 30 o 40 historias (un total de apenas 30 o 40 horas de coloquio distribuidas entre todas las personas que han participado a las entrevistas) enteros universos de vida, de singularidad, de situaciónes, de motivaciones profundas jamás banales, de emociones verdaderas. Una pluralidad de situaciónes en movimiento que cotidianamente se mueven alrededor de nosotros.

Y los chicos? Los pequeños diplomaticos o mediadores culturales de la familia, de quien habia prometido de hablar? No los hemos alcanzado directamente con nuestras entrevistas. Somos adultos y hemos restado entre adultos. Excepto pocas ecepciones -como la nuestra pequeña poetisa Dominicana- los chicos han sido descritos por los adultos. O por los enseñantes que forman parte de nuestro grupo de trabajo o por sus padres. Cada uno desde su propio punto de vista. Algunas veces hemos oido revivir la experiencia del chico migrante atraves de los recuerdos del adulto, todavia migrante. Cierto, también todo esto es muy *til. Si con frecuencia cuando encontramos los chicos migrantes nos limitamos a registrar los rasgos fenotipicos o el color de la piel, prescindiendo de su historia individual, ahora estamos iniciando también a haber una idea un poco mas completa sobre el contexto en el cual viven. Pero tengo igualmente la impresión que Esto no basta. En nuestros recorridos futuros doberemos tomarlos en cuenta. No quiero decir que debemos "entrevistar" a los chicos en lugar de los adultos, porque tenemos qu continuar a dialogar con los adultos. Pero podemos por ejemplo ayudar a los chicos a "entrevistarse" entre ellos, esto es a tener efectivas ocasiones de dialogo y de curiosidad reciproca a intercambiarse historias. En resumen, favorecer la acogida como lugar de encuentro y de escucha expontaneo y reciproco.

Otro aspecto que me ha llamado la atención sólo en los momentos finales de re-lectura de todas las historias, es el modo con el cual todos nosotros hemos preguntado a todos ellos: "Cómo se encuentra aquíy que relaciones tiene con los vecinos". Me viene a la mente un diálogo que tuve hace tiempo con un médico Iraníque conocípor caso en un restaurante. La primera pregunta que le hice fué: "Cómo es tu país, es cierto que es muy bello?"  Antes de responderme se hechó a reír, explicándome después que había temido que mi primera pregunta hubiera sido otra: “¿Cómo te encuentras aquíen Italia, te gusta?”. Porqué normalmente ésta es la primera pregunta que todos te hacen y él todas las veces debe responder en modo tranquilizador: “Sí, es bello, se está bien, ecc.”.
Probablemente tendremos que poner en modo diverso nuestras preguntas a los amigos extranjeros, en los próximos diálogos que haremos. Y probablemente, las nuevas preguntas, primero deberemos ponernoslas a nosotros mismos. (por otro lado, mi amigo Iraníes un médico que vive aquídesde hace veinte años el cual se ha inserido en el mercado laborativo en modo adecuado a su profesión. A menudo y de buena gana no existe ni siquiera ésta condición, la emigración significa también reinserirse a los escalones más bajos de la gerarquía de la "clase" social).
Hasta ahora nos hemos sólo preparado. Las experiencias acumuladas en éstos dos años de nuestro proyecto Odysseus costituyen sólo una pequeña parte del equipaje que porteremos con nosotros en éste viaje. Tal vez en éste punto, después de todo éste trabajo de escuchar y de lectura de nosotros y de los demás, podemos decír de estar listos para partír, para éste viaje che es la intercultura. Para descubrír el otro lado de nosotros mismos.

Concluyo "la preparación de nuestros equipajes para la partída" con los refugiados.

Hemos encontrado muchos en nuestras historias, provenientes de diferentes partes. De la Somalia, del Bangla Desh, de la Turquía y en particular de la Bosnia.

En terminos de numeros oficiales, aquellos que se refieren a los refugiados son los mas variables, cambian rapidamente en base a las coyunturas politicas y también en base al reconocimiento del status de rifugiado, que puede ser concedido o retirado en el curso del tiempo, a*n cuando las personas involucradas por culquier motivo no han logrado regresar a su propia casa. Una estima del 1996 contava en el mondo casi 26 millones. En aquel año entre los paises de origen aparecian en orden Afganistan, Liberia, Bosnia, Iraq, Somalia,  Ruanda, Sudan, Burundi, Sierra Leona y el Vietnam. Los paises de acogida en cambio eran en el siguiente orden Iran, Pakistan, Congo, Guinea, Estados Unidos de America, Yugoslavia (prófugos serbios de Croacia y Bosnia), Alemania y Costa de Marfil. Es suficiente hacer una lista de los paises de partida y de llegada para comprender ya cual es la magnitud de los problemas. Por lo que se refiere en particular a la Bosnia, en los años a la mitad de la guerra se estimaban casi 2 millones y medio de prófugos, casi el 50% de la población, muchos huyeron en otras zonas de la Bosnia, de Croacia o de Yugoslavia, otros al extranjero. Al momento actual se estiman en casi 1 millón y medio aquellos que todavia deben retornar a casa y probablemente muchos no regresaran mas.

También en nuestras historias hemos encontrado algunos refugiados provenientes de diversas partes del mundo. De Somalia, Bangla Desh, Turquia y en particular de la Bosnia. En su caso mas que de un viaje se trata de una evacuación, tragica, improvisa, indesiderada, de un contexto social y cultural, personal, en el cual han crecido y madurado sus propios afectos, pensamientos.... de un contexto que no solo esta lejano en el espacio sino también en el tiempo, esta perdido en los recuerdos y no existe mas.

En nuestro viaje dentro a las historias de los demas hemos adoptado siempre el mismo metodo de dialogo, aunque si las personas y las situaciónes eran muy diferentes entre ellas. Esto por un lado nos ha ayudado a buscar un filo comun entre todos, nosotros incluidos, para intuir mejor atraves de la comparación los universos que cada uno lleva detras de si mismo. Nos ha ayudado a descubrir mejor que existen todavia tantos caminos por recorrer.  Por otro lado peró, usar un mismo modo de dialogo con todos no nos ha permitido de recorrer ninguna de estos diversos caminos, para profundizar mas ya desde ahora. De cualquier manera ya tendremos tiempo despues.

Personalmente he tenido la ocasión de profundizar las historias de los refugiados bosnios, haciendo en los años pasados algunos viajes en Bosnia y dialogando por mucho tiempo con diferentes personas. En el periodo en el cual estabamos iniciando a trabajar a las entrevistas narradas en este libro, estavo todavia completando la redacción de un libro de historias de personas de la ex-Yugoslavia. En un cierto modo he encontrado un filo conductor entre aquel libro y las primeras entrevistas de bosnios recolectadas en Waiblingen y en Goteborg. Una de las experiencias principales que obtuve de este viaje en las historias de los refugiados ha sido la importancia del escuchar. Es una sensación que no habia sentido nunca antes asi tan fuerte. En todos los numerosos y largos dialogos que he tenido, he siempre encontrado al inicio mucha resistencia y dificultad de las personas para narrar los momentos dificiles de la propia vida. Despues, una vez que la narración comenzaba, se volvia como un rio imparable. Algunas veces me di cuenta que para mis amigos era la primera vez en absoluto que lograban encontrar alguien a quien poder contarle, alguien que fuera en grado de escuchar y entender, porque conocia algunas de sus ciudades y de sus propias situaciónes, habia estudiado con atención aquella guerra, aquella sociedad y aquella cultura, y buscaba de evitar la trampa de las faciles generalizaciones. Con frecuencia, refugiados en paises extranjeros, escapados de casa sin dinero, sin un trabajo y sin una casa donde ir, se sentian acogidos sólo por las necesidades mas elementares, primarias, de asistencia. El resto de ellos no venia visto y si alguien les preguntaba algo sobre la guerra, lo hacia con preguntas generalizantes o con interpretaciones sumarias que no respetaban la realidad de las personas. Habia un joven, que ahora se transfirió en los Estados Unidos, que mientras hablava con migo -me decia maravillado- estaba recordando por primera vez episodios y fragmentos de recuerdos olvidados, abandonados dentro si mismo. Creo que al momento del dialogo la importancia del saber escuchar sea todo, y creo de haber entendido que el escuchar no se aprende como una tecnica cualquiera, no se estandariza en un metodo, sino que necesita de tiempo, constancia, empeño el cual a veces es aburrido, hecho de lecturas, de conocimientos, de documentación, y sobretodo alimentado de la experiencia directa, aun arriesgando de cometer alguna ingenuidad. Aquella experiencia que todos nosotros hemos tratado de compartir con las nuestras entrevistas.

Concluyo entonces con una deposición recolectada en Goteborg un año despues de las otras entrevistas y enviada a mi en estos ultimos dias por Åse, una enseñante de la Forskolan.

“Esta es la historia de una joven de 23 años, que nosotros llamaremos Eldina.
Eldina tenia 15 años cuando vino en Suecia con su madre, su padre y su hermano menor.
Cuando llegaron fueron acogidos en un centro con otros cien refugiados de Irak, Bosnia y Kosovo.
La primera semana vivieron en una tienda militar. De alli los refugiados venian transferidos en otros campos donde tenian que compartir una pequeña habitación. Muchos tenian que dividir su propia habitación con otros extranjeros. Los alimentos, el desayuno, la comidan y la cena, eran servidos en una especie de sotano. Eldina encontraba el comer Sueco muy diferente del Bosnio, especialmente el hecho de mesclar la mermelada dulce de bayas con las albóndigas de carne.
En este campo vivia poca gente de la Bosnia y no habian muchos jóvenes con los cuales hacer amistades. Eldina tenia poco que hacer.
En el campo se preocuparon para organizar un breve curso de lengua Sueca para los niños y los jóvenes. Finalmente, despues vinieron mas personas Bosnias y entre ellas jóvenes de la misma edad de Eldina. Asi Eldina hizo amistades e inició a explorar los alrededores del campo. Con frecuencia iban al café alla en la ciudad, donde Eldina por primera vez encontraba personas Suecas y jóvenes. Conoció una jóven sueca que se volvió su amiga y la invitó a su casa. El problema era que al padre de esta jóven no le gustavan los refugiados, asi la jóven pensó que para el era mejor encontrar Eldina, que era ( y es ) una estimable jóven y una persona dulce. Eldina fue bienvenida en aquella casa.
Al café Eldina habia aprendido las primeras palabras Suecas y por primera vez comenzó a gustarle la Suecia.  Su familia vivió en este campo siete meses. Despues se transfirieron en otro centro: la novedad era que por primera vez tenian un piso sólo para ellas. Se encontraban bien en el nuevo piso pero el pueblo era muy pequeño y cada uno -así pensaba Eldina- se interesaba demasiado a ellos: "habia un grupo de bosnios alla, que vivia mas tranquilo".
Eldina inició la escuela en la misma clase de su hermano menor. Se sentía muy avergonzada por esto y queria cambiar. Los niños de la clase iban de los 7 a los 12 años. Habló con una asistente social y fue transferida en la misma clase de sus padres. Aqui aprendió también mejor el Sueco.
Su familia tenia una asistente social que se ocupaba de ellos.
Eldina pensó también que ella y su hermano tenian necesidad de ayuda para hablar de sus propias experiencias durante la guerra in Bosnia, aunque si no sabia que cosa esperar de una asistente social Sueca.
Finalmente su familia obtiene la residencia. Acogieron esto con sentimientos contrastantes. Por un lado la tristeza porque aquello era un señal definitivo que no habrian retornado mas en Bosnia y por otro el consuelo de estar mas seguros.
De ahora en adelante ellos podian escoger por si solos donde ir a vivir y decidieron de transferirse a BorÂs, a 70 kilómetros de Goteborg. Sus padres obtuvieron un prestamo, previsto por el Estado, para sustentar los gastos.
Despues de una semana escuche tocar a la puerta. Eran su enseñante y la asistente social. Hablaron con la familia y con Eldina. Ella tendra que iniciar la escuela una semana despues. Estas dos personas la ayudaron a encontrar confianza en si misma, la motivaron para construirse aqui su propia vida. Gracias a ellas entendió que no tenia que ir forzosamente al college para los inmigrados, asi Eldina asistió al college Sueco. Al inicio fue duro pero lo logró.
Cuando Eldina me ha narrado su historia me dijo que si no hubiera sido por estas dos personas y por su incitamiento hoy no se encontraria aqui. Hoy estudia para asistente social en la Universidad de Goteborg. Esto es todo aquello que Eldina ha hecho en sólo 8 años."


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