Aunque mis ansias dejas insatisfechas,
te agradezco amigo mío, el tiempo que conmigo has compartido.
Ha dolido aceptar que no me amas, mas te amé y eso es suficiente.
Dejas en mi un sentimiento de amor huérfano, desvalido, y atormentado el corazón
Hoy, podría hacerte mil reclamos, gritar con despecho tu olvido.
Oh! el olvido, pequeño, omiso, pero como hiere a un alma enamorada!.
Esos latidos tan dolidos, esos humores esenciales, esa espera angustiante no volverá a sentirlos el alma mía.
Eras, hoy lo sé, el personaje de un drama de olvido
Amigo, para ser justa no sé si me duele tu desdén ,
o el saber que no hay amor que sacie mis anhelos
Pero que espanto! estoy llorando, soberbia, fría, distante,
Y sin embargo conmovida estoy.
Amor! espero la revancha, estoy preparando la batalla,
yo que nunca he luchado, guerrera soy, de una tribu aguerrida y numerosa, abanderada de los sueños nunca hechos.
Hoy prometo a esta vida, que tomaré el amor por donde ruede, donde duerma desprevenido, donde llore desconsolado, donde el poema asalte, donde el fantasma de los fracasos ronde.
Donde sea, pero al amor conquistaré; en los asilos de huérfanos y ancianos, en los funerales lluviosos, en la soledad del que lee, en la alegría del que baila.
Por Flor de María Soto (Costa Rica)