Termas de Diocleciano

(305 d.C.). Apenas un siglo después de que Caracala hubiera regalado sus gigantescas termas a los romanos, el emperador Diocleciano, que nunca había puesto un pie en Roma, quiso epatar a su antecesor construyendo el complejo termal más grande de todos los tiempos. Con capacidad para más de 3.000 personas - casi el doble de las Termas de Caracala- ocupaba 13 hectáreas de terreno.

Estaba situado entre las actuales Piazza del Cinquecento y Piazza della Repubblica. Contaba con vestuarios, gimnasios, bibliotecas, centros de reunión, teatros, salas para conciertos, jardines con estatuas y piscinas de agua caliente, templada y fría. Sus paredes y suelos eran de mármol. Los más lujosos balnearios de la actualidad son burdas imitaciones de los de Diocleciano.

Desgraciadamente no queda casi nada de estas antiguas termas, las partes mejor conservadas han sido incorporadas a la iglesia renacentista de Santa María degli Angeli y al Museo Nazionale Romano. La columnata semicircular de la actual Piazza della Republicca era parte de la antigua exedra de las termas. Dos manzanas más allá, dos simpáticas rotondas marcan las esquinas de los antiguos jardines; en una de aquellas se alza la iglesia barroca de San Bernardo delle Terme del siglo XVII (en Via Torino, hacia el Largo de Santa Susanna).

Las termas estaban construidas con ladrillos recubiertos en el interior con mármol y en el exterior con estuco para imitar bloques de mármol blanco (como los baños de Caracala). La enorme sala central, de 280 metros por 160, es una maravilla de ingeniería y sirvió como modelo para la construcción de la Basílica de Majencio, en el Foro Romano (306-312 d.C.).

Interior: Lo que hoy es la entrada a la iglesia era en su origen el espacio que separaba el "Tepidarium", la sala para los baños de agua templada (hoy el vestíbulo de la iglesia), del desaparecido "Caldarium", para los de agua caliente.

A continuación se encuentra la estatua más bonita de la iglesia, San Bruno, fundador de la orden de los cartujos, obra de Jean-Antoine Houdon, escultor francés del siglo XVIII d.C. Desde aquí se accede al antiguo vestíbulo central de las termas.

El altar está justo enfrente, sobre el eje de la nave central.

La mayor parte del balneario original se extiende hacia los altares laterales, suntuosamente decorados por Vanvitelli. El efecto del crucero sorprende por la grandeza y elegancia de sus proporciones.

En la iglesia suelen celebrarse funerales de Estado.

Muy recomendado: el curioso meridiano (1703 d.C.) a la derecha del transepto utilizado durante más de siglo y medio por los romanos para señalar el mediodía. La luz entra por un orificio situado en un punto estratégico en lo alto de un muro y se abre camino por una banda de cobre incrustada en el suelo que marca con exactitud el meridiano norte-sur de Roma. Es mediodía cuando el rayo de luz se alinea perfectamente a lo largo de la banda del suelo.

Termas de Diocleciano Historia 298 d.C. El emperador Maximiano, tras su vuelta de Africa, empieza la construcción de un amplio balneario por encargo de su colega el emperador Diocleciano, que reinaba en Oriente. 300-305. Diocleciano es acusado de ser el responsable de la muerte de miles de cristianos condenados a trabajos forzados en las termas. Al término de las obras, los emperadores son forzados a abdicar. 538. Los godos destruyen los acueductos para cortar el suministro de agua a la ciudad, inutilizando más de 900 balnearios. 1561. El papa Medici Pio IV encarga al octogenario Miguel Ángel el proyecto de edificar una iglesia para honrar a los mártires cristianos que murieron en la construcción de las termas. 1749. Luigi Vanvitelli reconstruye la iglesia de Santa María degli Angeli (Sta María de los Ángeles) 1889. Sobre la sección de las termas que no fue incorporada a la iglesia de Santa María degli Angeli se erige el Museo Nazionale Romano donde están expuestas la mayoría de las obras de arte de la antigua Roma.

Basílica di S. Marco

Se alza sobre las ruinas de un oratorio cristiano del siglo I d.C. La cripta alberga las reliquias de los santos persas Sennen y Abdon, martirizados cerca del Coliseo. Bajo el altar yacen los restos del papa San Marcos, fundador de la iglesia. Los mosaicos bizantinos datan del siglo IX, el artesonado del techo del XV y las veinte columnas de jaspe siciliano del XVIII. La basílica fue incorporada al Palazzo Venezia en el siglo XV.

Catacumbas de Priscila

Son de la misma época que las Catacumbas de San Calixto. Destacamos sus antiguos frescos: "La Virgen con el Niño Jesús" (210 d.C.) y escenas del Nuevo Testamento (siglo III d.C.).

Pirámide de Caio Cestio

Es la única pirámide de Roma que sigue en pie tras 2000 años de historia.

Pirámide de Caio Cestio Historia 18-12 a.C. Los romanos acaban de conquistar Egipto. En esta época está muy de moda hacerse una pirámide como tumba. Caius Cestius Epulo era pretor, político y Epulo (sacerdote responsable de los banquetes públicos con fines religiosos). La tumba, que está decorada con frescos, está cerrada al público. Siglo III d.C. Se incorpora a la Muralla Aureliana de Roma. 1663. La pirámide se restaura bajo el papado de Alessandro Chigi.