Área del Foro Romano

Lo Mejor


Es el año 347 d.C. vengan conmigo a visitar el Foro






Via Sacra

Si retrocedemos hasta los pies de la rampa de acceso al Foro nos encontramos con la avenida de adoquines más larga del mundo: la Via Sacra. Por ella entraban en Roma los generales victoriosos para recibir los parabienes del pueblo.

Vayamos hacia el Coliseo para ver uno de aquellos Triunfos.

La excitación de las masas es tan grande que en muchas ocasiones el Emperador se ve obligado a ordenar a alguno de sus hombres a que subiera al carro del general para susurrarle al oído: "recuerda que solo eres un hombre".

La comitiva seguía su andadura con gran estruendo hacia el Templo de Júpiter.

Debemos tener cuidado con los prisioneros que marchan encadenados tras el carro del general: son imprevisibles y en un descuido podrían agarrarnos por la garganta.

En cualquier caso están sucios -los bárbaros nunca se lavan- y podrían contagiarnos horribles enfermedades. No olvidemos asistir al banquete público que se celebra en el Foro al finalizar los festejos del Capitolio.

Pavimentación de la Via Sacra, grabado


Templo de Antonino y Faustina

Construido hace 200 años, este templo tiene una bella escalinata que conduce a un podio de diez columnas y a un altar.

No pasemos por alto la inscripción en el arquitrabe: al nombre del emperador Antonino se ha añadido el de su mujer, Faustina.

Tambien destacamos el hermoso friso con grifos y candelabros.

Se cuenta que Faustina le era flagrantemente infiel. Antonino, por el contrario, era tan pío que a pesar de las habladurías la proclamó diosa y ordenó que se construyera un templo en su honor.


Templo de Rómulo

Delicioso templo circular que el emperador Majencio mandó construir hace 50 años en honor de su hijo Rómulo, muerto joven.

Destacamos las bellísimas puertas de bronce y las hornacinas cóncavas de la fachada, que algunos han definido como barrocas.

Calzado


Lupanaria

Cerca de la taberna están las casas de dudosa reputación gestionadas por el Estado.

En esta deprimida zona de Roma nos encontramos con las "Hecterae", unas muchachas reconocibles por su vestimenta amarilla.

Los jóvenes que deambulan por la zona, casi todos "inmigrantes ilegales" griegos, se ganan la vida complaciendo a los hombres.

En nuestra hipócrita sociedad condenamos "El Vicio Griego", pero somos libres de hacer lo que nos venga en gana con nuestros esclavos.


Basílica de Majencio

Se la ha cosiderado como el punto más alto de la arquitectura romana. ¡Como si nuestro Imperio no fuera a vivir eternamente!

Mucho más grandiosa que las construidas hace tres siglos por Julio César y la familia Emilia.

Es tres veces mayor y está diez veces mejor decorada que aquellas y descansa sobre dos gigantescos establecimientos de baños públicos: los de Caracalla y los de Diocleciano.

Lo colosal se ha convertido en el eje de la arquitectura romana.

Majencio ordenó la construcción de este gigantesco tribunal hace cuarenta años, cuando fue proclamado emperador. Tras su derrota, Costantino, su vencedor, terminó las obras. No pasemos por alto los techos artesonados de las tres bóvedas.

Basílica de Majencio


Arco de Tito

A lo largo de la Via Sacra hay varios Arcos de Triunfo pero sólo aquellos emperadores y generales che festejaban su Triunfo podían pasar por debajo.

¡Rodeemos pués prudentemente el Arco!

El emperador Diocleciano mandó levantarlo para celebrar la destrucción de Jerusalén por su primogénito Tito.

El Arco tiene un bajo relieve que muestra a nuestros soldados llevándose los candelabros del templo de Salomón, 70 años después del nacimiento de aquél judío renegado llamado Jesus.


Templo de Venus y Roma

Este es el templo más grande y por lo tanto el más bello- para nuestro gusto- del Foro Romano. La fachada que da al Coliseo está dedicada a Venus y la del otro lado a Roma.

Adriano la proyectó hace 200 años y envío sus bocetos al arquitecto Apollodorus de Damasco.

Este gran arquitecto sirio fué tan mordaz con sus críticas que el emperador no contento con mandarlo exiliar hizo que lo asesinaran. Observemos en un día festivo a los sacerdotes mientras se dirigen cantando hacia el toro dispuesto para el sacrificio.

El Foro está tan atestado de templos que desde cualquiera de sus puntos se oyen los gritos de las pobres bestias. Desde este punto de vista podríamos apoyar la conversión de Costantino al cristianismo.


Entrada en el Foro Romano desde Via dei Fori Imperiali (Mapa J 7)

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