Via Appia Antica y Catacumbas
Via Appia Antica
La Via Appia Antica fue construida en 312 a.C. por el censor Appius Claudius Caecus. Fue la primera calzada del Sur: llegaba hasta Nápoles y se extendía hacia Brindisi a lo largo de 530 kilómetros.
Desde aquél puerto del Adriático y tras dos semanas de marcha desde la capital, las legiones romanas partieron hacia la conquista de su Imperio en Oriente.
Los antiguos generales romanos eran grandes ingenieros. Sus fabulosas carreteras consulares salían de las "Urbs" como los radios de una bicicleta (por eso "todos los caminos conducen a Roma"). Las calzadas eran lo suficientemente anchas para que dos carros pudieran adelantarse.
La Via Appia,"Regina Viarium" (la reina de las carreteras) era muy larga y estaba soberbiamente adoquinada con grandes bloques de piedra volcánica. Aún hoy podemos ver tramos de la calzada original con los surcos de las ruedas de los carros de la época.
Una vez pasado el GRA (la carretera de circunvalación de la ciudad) nos parecerá haber retrocedido en el tiempo 2.000 años por la gran cantidad de tumbas y catacumbas que vemos alineadas junto a a la carretera.
Los fines de semana la mayor parte de la Via Appia se convierte en zona peatonal.
Museo delle Mura di Roma
Desde la Porta San Sebastiano se accede a este tranquilo museo. Podemos pasear a lo largo de la muralla como los legionarios de la Roma Imperial durante las guardias. Maquetas y cuadros ilustran la historia milenaria de la ciudad.
Llamada en su origen Porta Appia, en la época cristiana pasó a ser conocida como Porta San Sebastiano.
Los pelegrinos pasaban bajo sus muros de camino hacia la basílica y catacumbas de San Sebastián. En la alta Edad Media fue una fortaleza de cuatro plantas con almenas en sus dos torres gemelas y un pequeña puerta en el centro que se bajaba para defender a la ciudad contra las tribus germánicas invasoras.
El monumental "Arco de Druso", en su interior, data del siglo III d.C. y era parte de un acueducto construido por el emperador Caracala para abastecer de agua a sus termas.
| Museo delle Mura di Roma Historia 408 d.C. Alarico, rey de los Godos, asedia la ciudad. El Senado, alarmado, envía una delegación de embajadores con la misión de amenazarlo con sufrir terribles derrotas militares a manos de las "invencibles legiones romanas" Alarico replica con la famosa frase: "cuanto mas espeso el heno, mejor se aventa" y pide un cuantioso rescate en oro, plata, seda y más de 130 kilos de pimienta. Cuando los embajadores le preguntan qué le quedaría entonces al pueblo romano, Alarico responde:"vuestras vidas". Roma paga el rescate. 409. Alarico asedia la ciudad por segunda vez y el Senado accede nuevamente a sus peticiones. 410. Los godos al mando de Alarico irrumpen por sorpresa, se abren camino a través de la muralla por la puerta Salaria y conquistan la ciudad sin apenas dañarla. 411. El emperador Honorius construye la puerta reemplazando a la antigua Porta Appia. Siglo VI. El general Belisario la fortifica reforzándola con dos torres. |
Porta di S. Sebastiano (Afuera de Mapa)
Iglesia de Domine Quo Vadis
Fue construida en el 1637 en el lugar donde San Pedro, huyendo de Roma, encontró a Jesús.
El santo, sorprendido, le preguntó: "Domine ¿Quo Vadis?" ("Señor ¿Dónde vais?") y Jesús le respondió: "Voy a Roma para ser crucificado".
San Pedro comprendió la indirecta y regresó a Roma para afrontar el martirio. En la cercana iglesia de San Sebastiano está la losa de piedra con la supuesta huella de Cristo.
Fosse Ardeatine
(Fosas Ardeatinas). Monumento-museo que commemora la resistencia de la ciudad contra los alemanes. La noche del 24 de marzo de 1944, las fuerzas nazis condujeron a 335 prisioneros a una cantera abandonada al sur de Roma y los fusilaron a quemarropa como represalia por la muerte de 32 soldados alemanes.
Entre las víctimas, que no tenían nada que ver con aquellas muertes, había curas, oficiales, unos 100 judíos y hasta un muchacho de 14 años. La sobriedad del mausoleo es acorde con la tragedia.
Columbarium
No se trata de un palomar sino de un antiguo depósito de urnas donde los romanos guardaban las cenizas de sus libertos.
Actualmente alberga un bonito restaurante, "l’Hosteria Antica Roma". La cámara mortuoria, con los nichos alineados en las paredes, está al aire libre y hoy es un lugar muy acogedor, ideal para degustar la cocina tradicional italiana.
El interior del restaurante está en un edificio medieval adyacente.
En una vieja litografía podemos apreciar lo poco que ha cambiado el "Colambarium" durante todos estos siglos.
