Museos Vaticanos

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Estancias de RafaelEstancia de Heliodoro, fresco


Las habitaciones privadas del papa Julio II se construyeron sobre las de su odiado predecesor, Alejandro VI -uno de los Borgia.

Julio II della Rovere encargó (1508-17) a Rafael, que por aquél entonces contaba con 25 años de edad, la decoración de las cuatro nuevas estancias.

Los frescos representan los ideales religiosos y filosóficos del Renacimiento.


Sala de Costantino

(Sala I) (1517-24). Los frescos de la Escuela de Rafael, basados en los bocetos del maestro, muestran la conversión al cristianismo del emperador Costantino así como la victoria en el puente Milvio sobre su rival Majencio.

La Capilla de Nicolás V, cruzando la sala adyacente de los claroscuros. Esta pequeña joya alberga los frescos de Fra Angélico (1447-51) - vanguardista del Renacimiento florentino que fue traído a Roma 60 años antes que Rafael- con escenas de San Esteban y San Lorenzo. No pasemos por alto el brocado “trompe l’oeil”.



Sala de Heliodoro

(Sala II) (1508-14). Los frescos, obra de Rafael, enfatizan la fuerza espiritual de la Iglesia.

En el fresco de “El milagro de la misa de Bolsena” un sacerdote que no creía en la transubstanciación de Cristo en la Eucaristía tiene una visión de la hostia sangrando en el altar.

En “El encuentro de Leon 1 y Atila” el famoso huno, representado sobre un caballo negro, es expulsado de Roma por el papa León I ayudado por los santos Pedro y Pablo. Obviamente Atila no llegó nunca a las puertas de Roma pero Rafael idealizó la escena para enfatizar su significado ideológico. León I estaba en su origen retratado con las facciones de Julio II. A su muerte, Rafael las cambió por las de su sucesor, el papa León X Medici. La figura con sombrero rojo que aparece en primer término, a la izquierda, es otro retrato de su nuevo mecenas.

En “La expulsión de Heliodoro” el papa, trasladado en una silla de mano por sus lacayos, presencia la expulsión de los paganos del Templo de Jerusalén. Rafael se retrata junto a éstos.

“La liberación de San Pedro” es una obra maestra por la utilización de la luz. En la sección central el santo aparece durmiendo en su celda; a la derecha un ángel le guía fuera de la prisión; y a la izquierda los carceleros huyen aterrados ante la milagrosa aparición. No pasemos por alto el reflejo de la luz celestial del ángel sobre las armaduras de los guardianes.


Sala de La Signatura

(Sala III) (1508-11). Refleja la creencia de que la armonía entre el cristianismo y el paganismo se puede alcanzar gracias a la búsqueda mutua de la verdad, la belleza y la bondad:

- “La escuela de Atenas” es una de las maravillas de la pintura renacentista. Representa el debate filosófico acerca de la búsqueda de la verdad entre los filósofos griegos Platón (que aparece señalando el cielo) y Aristóteles (señalando la tierra) Entre los demás personajes destacamos a Eráclito, retratado con los rasgos de Miguel Ángel. Platón está pintado con el rostro de Leonardo da Vinci y Rafael aparece en un segundo plano, en una de las figuras de la derecha.

- “La discusión sobre los sagrados sacramentos”, el primer fresco que Rafael lleva a cabo en Roma, representa el triunfo del cristianismo. Aquí se aprecia la influencia de su maestro Perugino.


Sala del Incendio del Borgo

(Sala IV) (1514-17). Entre los numerosos frescos destacamos “El incendio del Borgo”, el único que está basado en bocetos originales de Rafael. Muestra el milagro ocurrido en el año 847 cuando el papa León X extinguió un incendio haciendo la señal de la cruz. Rafael rompe con el tratamiento convencional del tema resaltando en primer termino a los personajes menos importantes y dejando en un segundo plano el incendio.

Viale Vaticano (Mapa A 2)

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