Via Veneto

Lo mejor

Via Veneto ayer y hoyVia Veneto

“Sophia Loren is with Errol Flynn and Audrey Hepburn with Anthony Quinn”. (Sophia Loren está con Errol Flynn y Audrey Hepburn con Anthony Quinn).
Esta cancioncilla resume la historia reciente de una calle que es el equivalente en Roma, en pequeño, de los Campos Eliseos y de la Quinta Avenida.

En los efervescentes años cincuenta, Via Veneto era el epicentro de la “Dolce Vita”. Estaba abarrotada de cafés en los que la gente, especialmente la guapa, pasaba el día entero con la esperanza de ser descubierta o fotografiada, así como de los templos de la alta costura de este “Hollywood del Tíber”.

Los cafés, como la mayor parte de las tiendas, están todavía allí. El único cambio es que el mundo del cine italiano y mundial ha dejado este lugar por otros –se siguen unos a otros como borregos-, y que las terrazas de los bares y restaurantes se han acristalado y les han instalado el aire acondicionado.

En su parte alta Via Veneto acaba bajo las Murallas Aurelianas, que rodean Roma desde hace diecisiete siglos. Cuando se construyeron, durante el último cuarto del siglo III d. C., el declive del Imperio Romano ya había empezado. Durante muchos siglos la principal barrera protectora de Roma había sido la periferia del Imperio: España, Siria, Inglaterra (donde la Muralla de Adriano todavía nos impresiona del mismo modo que la Gran Muralla China).

En el último cuarto del Siglo XIX los Príncipes Ludovisi aprovecharon el boom urbanístico para subastar su enorme propiedad; nacen así los palacetes de la alta burguesía que hoy vemos.

Los Ludovisi también trazan una nueva avenida, Via Veneto, con una curva amplia para que los carruajes procedentes de la Plaza de sus vecinos, los Barberini, pudieran circular fácilmente. De todo esto hoy le queda a la familia Ludovisi (descendiente del Papa Gregorio XV) el Casino dell´Aurora, que se encuentra tras los árboles que están sobre Via Aurora, y la propia Villa Ludovisi, oculta tras la Villa Margherita, que actualmente es la Embajada Americana.

En materia de compras Via Veneto es famosa por las joyas, pieles y ropa que pueden adquirirse en las suntuosas tiendas, que se alternan con muchos de los mejores hoteles y cafés de Roma.

Via Veneto

Historia

Siglo I d.C. Toda esta zona pertenecía a Julio César: una inmensa viña y una granja que se extendían desde la actual Villa Borghese hasta Via Flavia. Cuando muere César, es adquirida por Sallustio, un importante “nuevo rico” de la época.

271 d.C. El Emperador Marco Aurelio comienza la construcción de las Murallas Aurelianas, que se completaría diez años después. Estaban destinadas a circundar y proteger Roma y sus siete colinas de los bárbaros, que empezaban a hacerse notar (doscientos años después acabarían con el Imperio).
En su época de esplendor las murallas tenían 363 torres, 5 entradas principales, 116 letrinas y 2.066 ventanas.

403 d.C. El Emperador Onorio hace abrir la Puerta Pinciana en las murallas que protegen a Roma de los invasores; las “colonias” romanas ya han sido invadidas y conquistadas.

1614. La familia Borghese utiliza la Puerta Pinciana como acceso a los jardines de su enorme villa.

1870. Cuando Roma se convierte en la capital del Reino de Italia, el nuevo Gobierno, que lleva a cabo una política de modernización, decide demoler las murallas, consideradas ahora inútiles. La medida causó tales manifestaciones de protesta que, finalmente, los políticos se echaron atrás. Las históricas murallas quedaron así restauradas y a salvo para la posteridad.



Embajada Americana

La Embajada (1886, Gaetano Koch) no se puede visitar, pero podemos hacer cola para entrar en el consulado, en Via Veneto, 123a. La zona, que era un feudo de la familia Ludovisi, llegaba hasta las Murallas Aurelianas.

Los palacios, un castillo gótico con foso, el laberinto de esculturas y miles de árboles fueron destruídos tras la unificación de Italia, cuando los Príncipes se afanaron en venderlo a los nuevos “palaciegos”.

El viejo palacio, en su origen propiedad de la familia Orsini, fue transformado por Gaetano Koch en el pesado edificio que vemos hoy. A finales del siglo XIX la Reina Margarita fijó aquí su residencia tras el asesinato de su marido el Rey Umberto I (el palacio toma su nombre). Cuando la reina puso fin a su luto volvió a la vida mundana: los romanos acudían en tropel a sus grandiosas recepciones.

Via Veneto, 119a. Tel. 06 46741 (Mapa I 2)


Orti di Sallustio

Este misterioso lugar (42 a. C.-130 d. C.) es digno de mención, pero sólo podemos visitarlo con un permiso especial. Se encuentra 14 metros por debajo del nivel de la actual calzada. Es un palacio construido junto a la Colina Pinciano y al que se accede a través de unos cuidados jardines.

Los distintos niveles existentes entre la Roma antigua y la actual se deben a la acumulación de polvo y desechos de las ruinas, además de la basura que, poco a poco, ha ido cubriendo totalmente la ciudad antigua. La gran diferencia de nivel, que todavía apreciamos hoy, se debe posiblemente a un terromoto.

La entrada circular puede verse desde la calle. Esta confortable casa tenía muchas estancias con mosaicos y pinturas al fresco y, dado que Sallustio era un hombre rico, incluso un baño privado.

Orti di Sallustio

Historia

49 a.C. Sallustio -pretor, historiador, y político- obligado a seguir a Julio César en su campaña africana, es nombrado Gobernador de Numidia.

44 a.C. A la muerte de César, Sallustio adquiere este terreno tras haber escapado de Numidia a toda velocidad (sus habitantes se habían rebelado y habían mandado una delegación a Roma para protestar contra los impuestos excesivos). Es comprensible que estuviera encantado de haber podido establecerse en su nueva casa de campo.

34 a.C. Muere Sallustio, dejando la propiedad a su sobrino, a su vez muerto sin herederos. De este modo pasa a manos del emperador.

126 d.C. El Emperador Adriano transforma la vivienda.

410. Alarico invade Roma entrando por la Puerta Pía y destruye gran parte de la casa de Sallustio, que se mantuvo en pié 450 años.


Piazza Sallustio (Mapa J 2)

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