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ENTREVISTA * Euskadi Ta Askatasuna Euskadi Ta Askatasuna, en una entrevista
mantenida con Martxelo posicionamiento de cara al futuro. La
versión original de la Entrevista, Mertxe Aizpurua Opina que este partido tiene ahora la
oportunidad de decidir hacia El PP y el PSOE plantearon las elecciones como si se tratase de una elección entre «Estatuto» o España. El PNV ha conseguido, de nuevo,plantearlas como un referéndum «Euskadi-España». Y así lo han entendido los ciudadanos. A pesar de que la izquierda abertzale ha planteado la dicotomía entre soberanismo
y autonomismo, el PNV y EA han obtenido votos de la izquierda abertzale que han
interpretado erróneamente la necesidad de defender Euskal Herria frente a España.El voto
abertzale se ha movilizado como nunca, poniendo en evidencia que también había una
abstención abertzale.Por primera vez en muchos años, los resultados del 13 de mayo han EH ha experimentado una importante
pérdida de votos, más importante El Estado y todos los partidos políticos han buscado la pérdida de votos de EH y la han conseguido. En este referéndum virtual, una parte de la base social de la izquierda abertzale ha entendido que, en este momento, ante la ofensiva española, era preciso defender el actual marco, y que para eso lo mejor era votar a Ibarretxe. Ha sido un voto fruto del miedo y la debilidad. Dejando a un lado la dignidad y el prejuicio que durante años ha tenido hacia el PNV, y pasando por encima de lo que este partido ha hecho a este pueblo en el campo del euskara, la educación o el desarrollo de Euskal Herria, ese voto ha ido a defender «lo que hay», en lugar de apostar por «lo que hay que hacer», que es la oferta de la izquierda abertzale. Ha sido el fracaso de un intento trabajado
durante tres años. Muchos consecuencias, unas veces para bien y otras para mal. Por ejemplo, ha sido positiva para reforzar el volumen de votos abertzale. Desgraciadamente, no hemos sabido recoger ese reforzamiento en la izquierda abertzale. Los votos de EH han
pasado al PNV fundamentalmente por miedo, pero también por la represión que sufren las
estructuras de la izquierda abertzale y las organizaciones populares. El Estado español no descansa
en su lucha contra la izquierda abertzale, y trabaja duro para ahuyentar a la gente de la
izquierda abertzale, amedrentando a su base social, por las consecuencias represivas y
políticas que puede tener moverse en ese ¿Qué resultados habría obtenido el PNV si previamente hubieran encarcelado al EBB al completo, si hubiesen metido en prisión a los miembros más representativos de EGI, si hubiesen cerrado EITB y "Deia"...? Ver que los abertzales tienen la mayoría,
constatar que en la Porque el PNV y EA no tienen propuesta alguna para liberar Euskal Herria, porque la victoria abertzale en el marco autonómico puede agudizar la tendencia a abandonar el marco nacional. Es el PNV el que no ha digerido todavía
bien los resultados. ¿El PNV Hasta ahora el Estado ha logrado alejar al PNV de Lizarra-Garazi, y si logra que se quede en el marco autonómico, la victoria será suya. Además, debilitando a la izquierda abertzale, han logrado entorpecer la estrategia nacional. expulsar al PNV de Lakua? primer objetivo era hacer frente a la izquierda abertzale. También tenían una segunda finalidad, que no era otra que cortar de raíz el amago del PNV de dirigirse del marco autonómico a una estrategia nacional. Para ello, la amenaza utilizada por el Estado ha sido gestionar directamente el marco autonómico.El objetivo del PNV era fortalecer al máximo posible el «nacionalismo regionalista», el del PP hacer lo mismo con la «alternativa constitucionalista española» y el objetivo común de ambos debilitar, en la medida de lo posible, a la izquierda abertzale. El Estado español continúa con su
ofensiva: Xaki, Haika, la Fundación De todas formas, la ley electoral vigente en Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa, además de ser francesa, no es nada democrática, ya que reduce aún más la representación del más débil. Con la ley electoral española vigente en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa se habrían multiplicado los electos abertzales dispuestos a trabajar en Udalbiltza. * ¿Dónde ha estado ELA hasta que ha hecho
acto de presencia con reivindicaciones de soberanía vacías? ¿Escenificando la ruptura
sindical poniendo como excusa la supuesta dependencia de LAB respecto a ETA? Sectores del ámbito del euskara, de la
enseñanza o de la cultura que históricamente han estado en favor de los
derechos de Euskal Herria y situados en planteamientos de
autodeterminación ahora muestran adhesión al marco vigente. ¿No se
idealiza demasiado al movimiento popular? Nosotros no lo idealizamos. Esos sectores
debieran analizar las necesidades existentes para avanzar en la
construcción nacional y plantear vías de solución. Esos sectores
nacieron bajo la dictadura y el marco autonómico no les ofreció solución alguna a sus necesidades, es más, incluso han sido agredidos desde el actual marco. Pero han sido capaces de trabajar superando la
partición de Euskal Herria, aprovechando las opciones que se les
presentaban. No obstante, en la actualidad están estancados. En todos
esos movimientos debe hacerse una profunda reflexión, debía haberse
hecho ya hace tiempo, y responder a una pregunta: ¿adónde nos dirigimos? En nuestra opinión, muchos medios de comunicación, el sistema educativo concretado en torno a las ikastolas, el sector de la
euskaldunización... que nacieron con vocación pública, para que lleguen a ser los pilares públicos de la futura Euskal Herria, deben realizar una reflexión de cara a actualizar su actuación recuperando el propósito que tenían cuando surgieron. Se están refiriendo al proceso de
construcción nacional. ¿Es posible avanzar en ese proceso sin que exista un
acuerdo entre formaciones políticas? El proceso a materializar en Euskal Herria es real, pero para ello es necesario saber qué fuerzas están verdaderamente dispuestas a avanzar y qué esfuerzo están dispuestas a realizar. La base es la honestidad. Para que el proceso emprendido en el 98 tenga continuidad es necesaria mayor madurez y honestidad. Aquellas fuerzas que consideren suficiente el marco autonómico que lo digan claramente. ETA, a su vez, volverá a repetir claramente que no está de acuerdo con ese planteamiento y que continuará luchando
hasta que los derechos de Euskal Herria sean respetados. Lo verdaderamente necesario es el trabajo en común entre las fuerzas que son favorables a avanzar en el
proceso. Y se puede avanzar mucho. Pero sin acuerdo no es posible llevar todo el proceso hasta el final. Y ese acuerdo deberá extenderse más
allá de los partidos, será necesario un acuerdo de toda la sociedad. ¿Será posible materializar ese acuerdo
algún día? ETA aceptará un planteamiento que responda al conflicto en toda su globalidad. Eso no quiere decir que deba aceptarse el planteamiento que la izquierda abertzale ponga sobre la mesa, sino que, de una u otra manera, debe responder al problema en su globalidad. Si la respuesta es parcial, el conflicto continuará. Si el PNV impulsa una fotocopia renovada del Pacto de Ajuria Enea o si continúa en plena involución respecto a
Lizarra-Garazi y se mantiene en su inmovilismo mientras los estados español
y francés agreden a la izquierda abertzale, si refuerza el marco particionista, estará alejando la solución al conflicto. Sostienen que el obstáculo para llegar a un acuerdo es, una vez más, la lucha armada. Esa excusa se invalida con una simple pregunta: en caso de que no existiera la lucha armada, ¿en qué se basaría el acuerdo político? Que el de la autodeterminación es un
derecho está asumido. Pero el de la territorialidad, ¿hasta qué punto es
un derecho y hasta qué punto algo discutible? La territorialidad es una realidad, una realidad dividida. El derecho de autodeterminación le corresponde a un pueblo y ese pueblo lo constituye una Euskal Herria que recoge en su seno a Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi, Nafarroa y Zuberoa. El territorio es la ubicación física e histórica de un pueblo. No pueden diferenciarse el derecho y su espacio de aplicación, a menos que se
quieran sembrar malas semillas de nuevos conflictos. ¿ETA estaría dispuesta a aceptar una
Euskal Herria ordenada en tres comunidades? En la actualidad, Euskal Herria es un
jarrón fracturado en tres partes. Lo que pide ETA no es más que la
oportunidad real de que vuelvan a unirse las partes del jarrón. La izquierda abertzale quiere un jarrón entero y plantea una forma
concreta de articularlo. El conflicto estará en vías de solucionarse
en el momento en que se acepte la oportunidad real de que las
partes sean una; en el momento en que Euskal Herria tenga, de cara al
futuro y en todo momento, la opción libre de organizarse de la forma
que decida; en el momento en que se decidan y acepten mecanismos reales
para llevar esto a cabo. Hasta entonces, y también a partir de ese
momento, la izquierda abertzale desarrollará su proyecto político sobre la realidad de los seis herrialdes y los derechos
democráticos de Euskal Herria. PNV, EA y algunos abertzales afirman que
la lucha armada hace imposible la colaboración entre
abertzales. Ustedes, en cambio, sostienen que eso es una excusa para no
enfrentarse a los retos que tiene el abertzalismo. ¿Cómo se sale de
este atolladero? Bajo esa excusa se oculta mala voluntad. La colaboración pudo desarrollarse cuando ETA realizaba
acciones. Hubo incapacidad para desarrollar esa colaboración en la época
en que ETA interrumpió sus acciones. Hoy parece que es imposible
lograr un acuerdo porque existe la lucha armada. Hace tres años no.
¿Cuáles son las razones de ese cambio? De ese atolladero se sale con un acuerdo entre quienes manifiestan que deben respetarse los derechos de
Euskal Herria. Se hizo un intento en el Acuerdo de Lizarra-Garazi.
Habrá que hacer un nuevo intento, más firme, más elaborado, más honesto y más maduro. No un intento basado en juegos tácticos, coincidiendo con unas elecciones, sino hablando claro, de forma que cada
cual explique sin tapujos qué quiere y hasta dónde es capaz de llegar,
sin abandonar ni los objetivos políticos ni los proyectos de
cada uno, elaborando un espacio de acuerdo que deje la puerta
abierta a la posibilidad de desarrollo en el futuro. Pero hoy eso es una estrategia, una
actitud. ELA y PNV afirman que no hay nada que hacer mientras continúe la
lucha armada.
Al utilizar la lucha armada como excusa, Ibarretxe y el PNV han ido más lejos que Aznar. Con esa excusa, declaran que la prioridad es acabar con ETA y con la izquierda abertzale. Es esa actitud, y no la lucha armada, la que hace imposible la colaboración, el que no haya acuerdo. Sin la lucha armada, el único marco que se le ofrecerá a este pueblo será el autonómico. Y esto no es una opinión, es una constatación. El punto de acuerdo que ofrece la izquierda abertzale es claro: una solución para el conjunto de Euskal Herria, derechos democráticos básicos para todos los habitantes de
Euskal Herria y decidir con antelación las vías democráticas para cambiar la actual situación. Y esto lo saben PNV y ELA. Pero estamos todavía en un periodo de tacticismos, sin madurez. Desde esa táctica de desgaste, los del PNV estarán felices por haber recibido muchos miles de votos independentistas. La actitud de ETA no va a cambiar por eso, pero nuestro mensaje también es claro: la medida de la responsabilidad que ha contraído el PNV es similar a la medida de su triunfo electoral. Sería grave que el PNV secuestrara esos
votos y se los ofreciera al Estado. * «Los objetivos de ETA no son
indiscriminados, son sectores concretos del poder español» ETA alude al plan ZEN para concluir que el
Estado español ha hecho bien su trabajo de cara a influir en la
opinión pública y responde a preguntas sobre sectores que están en su
punto de mira. ¿Por qué sigue ETA con la lucha armada? Porque las razones que motivaron el
conflicto siguen presentes. Las claves para superar el conflicto también
son las mismas. Mientras no se reconozcan los derechos democráticos
de Euskal Herria, y mientras no existan los instrumentos para garantizar y desarrollar esos derechos, ETA mantendrá la lucha armada. En una época se perseguía obligar a
negociar al Gobierno español por medio de la lucha armada, posteriormente
lograr un acuerdo entre abertzales, condicionar al PNV... ETA utiliza la lucha armada para liberar Euskal Herria, contra quienes oprimen Euskal Herria, para que los derechos de Euskal Herria sean respetados. Esto último se puede dar de dos maneras: una, que España y Francia reconozcan los derechos
de Euskal Herria; otra, por medio de un acuerdo básico entre los
agentes y fuerzas políticas de Euskal Herria que, con la madurez que no
existió en Lizarra-Garazi, conformen la representación de Euskal
Herria y, en su nombre, encaminen la resolución del conflicto. La negociación con los poderes fácticos del Estado, con el Gobierno español, el acuerdo entre abertzales, la definición del PNV... son efectos que logra la lucha armada. Son, por otra parte, muestras de la actitud abierta que ETA ha mantenido desde siempre en busca del entendimiento y el acuerdo. Se les acusa de practicar una actividad
armada indiscriminada. La idea de que «todos estamos amenazados por
ETA» está muy extendido. Eso es mentira. Basta con observar contra quién y por qué actúa ETA para ver la falsedad de esa acusación.
Los objetivos son sectores muy concretos del poder español. Desde el
momento en que PP y PSOE firmaron el pacto terrorista en Madrid los concejales del PSOE pasaron a ser objetivo de ETA, hasta entonces no lo eran. Cuando el PSOE llegó al Gobierno español, al mismo tiempo que organizaba los GAL puso en marcha el plan
ZEN (Zona Especial Norte), y en ese plan se contemplaba que había
que desprestigiar la lucha de ETA mediante mentiras, que había que
utilizar a los medios de comunicación para influir en la opinión pública con mensajes muy concretos: «la ETA de ahora no es la de antes», «ETA ahora hace cualquier cosa», «no tiene los valores de antes», «ETA nos amenaza a todos». Se decía también que había que
utilizar para ello declaraciones de antiguos miembros o responsables de ETA... Es evidente que han hecho bien su trabajo. Ahora han firmado el pacto terrorista PP-PSOE y, como al Estado no le son suficientes los aparatos represivos
para ganar la guerra contra Euskal Herria, apela a la implicación de la sociedad española, ocultando las verdaderas razones del
conflicto. Pero los objetivos de ETA son únicamente quienes integran los
poderes del Estado y los responsables del conflicto. Pero ETA incluye cada vez más a objetivos
civiles. Eso es porque el Estado ha colocado al
personal civil de sus aparatos en primera línea de combate. Ha tenido
que activar los efectivos que antes estaban en letargo y los ha
implicado en tareas de «anti- terrorismo», en un intento de militarizar
a la sociedad. Después de desactivar a grupos militares encubiertos
como BVE, Guerrilleros de Cristo Rey, Triple A, ATE y GAL, colocó a
los partidos en primera línea y, después, ha activado a otros
sectores que están trabajando a sus órdenes en la sociedad civil. Por poner un ejemplo, si un grupo de
concejales de UPN hiciera un gesto y pidiera a su ejecutiva que traigan
a Euskal Herria a los presos de Nafarroa, ¿eso supondría que
dejarían de ser objetivo de ETA? Seguro que antes de que eso ocurriese los expulsarían de UPN. Pero si la pregunta es si ETA haría una distinción entre un concejal o responsable de UPN que muestre una actitud
clara y pública en defensa de una solución democrática al conflicto y entre un concejal o responsable de UPN que defienda mantener
el conflicto en su estado actual, la respuesta es que sí. El
mensaje de ETA es claro, todos aquellos responsables políticos que
garantizan, argumentan e impulsan la opresión de Euskal Herria son objetivo
de sus acciones, porque llevan a cabo ese trabajo «político» bajo la protección de las fuerzas armadas y de todo un Estado, porque Euskal Herria no tendrá una situación democrática mientras no se respeten los derechos fundamentales de nuestro pueblo. Algunas muertes han sido muy dolorosas a
los ojos de los abertzales: el empresario Korta, las muertes de
Martutene y Loiola... Todas las muertes son dolorosas, pero no nos parece justo mostrar actitudes cargadas de hipocresía. De
entre los muertos de la última época, para ETA fue dolorosa la pérdida
de los compañeros Patxi Rementeria, Ekain Ruiz, Urko Gerrikagoitia
y Zigor Aranbarri, que murieron en Bolueta; la pérdida de los
compañeros Inaxio Aierbe y Jazinto Goñi, que han muerto después de
muchos años sin poder regresar a Euskal Herria, así como las
muertes de los ciudadanos Josu Leonet, José Angel Santos y Ramón Díaz,
que no eran objetivos de ETA. Por lo que respecta al empresario Korta, ETA atentó contra él por la responsabilidad que tenía en la
prolongación del conflicto en tanto que responsable de las organizaciones
empresariales Adegi y Confebask. También se les ha responsabilizado de
matar a quienes apuestan por una salida dialogada... En este último
año a Juan María Jáuregui y a Ernest Lluch. Jáuregui y Lluch no estaban a favor de una salida dialogada. El Estado sí que actúa contra quienes verdaderamente defienden una solución dialogada. Pero la intoxicación policial se digiere con demasiada facilidad. ETA atentó contra Jáuregui porque fue el máximo responsable de las fuerzas armadas que el
Estado español tiene en Gipuzkoa y porque trabajaba también para el Cesid. Lluch fue ministro en el Gobierno del PSOE, «Ministro de la Corona». Dicen que Jáuregui estaba abriendo una vía a favor del diálogo, ¿en nombre de quién? ¿por encargo de quién? ¿en nombre del PSOE? ¿en nombre del Gobierno del PP? ¿en nombre del Cesid? Y Lluch no estaba trabajando en defensa de una salida negociada para el conflicto. Si algo estaba haciendo, sería la gestión para mantener unida a España, de una forma más efectiva, una parte de Euskal Herria. ETA ha comenzado a atentar contra
concejales socialistas. Antes sólo los concejales del PP eran objetivo. Los concejales del PSOE se convirtieron en
objetivo de las acciones de ETA como consecuencia del pacto terrorista que PP y PSOE suscribieron en Madrid el día 12 de diciembre. Eso lo dimos a conocer en el comunicado en el que analizábamos la firma de ese pacto. * «Hay pseudoperiodistas que promueven la
guerra» ¿Las acciones contra medios de
comunicación y periodistas no vulneran gravemente la libertad de expresión? No, en nuestra opinión no vulneran la libertad de expresión. Al contrario, actuando contra los pseudo-periodistas y los medios de comunicación que se muestran a favor de
la opresión de Euskal Herria, se ganan espacios para la libertad de
expresión. Hoy en día, la libertad de expresión sigue siendo un
derecho a conseguir. ¿Por qué son objetivo? Son asalariados al servicio de un Estado y
de unas fuerzas armadas extranjeras disfrazados de periodistas. Trabajan codo con codo, no respetan la deontología periodística, promueven la guerra. No hay más que leer los editoriales de "El Correo Español" y "El Diario Vasco" para comprobar la función que cumplen en Euskal Herria. No quieren la paz. Santiago Oleaga no escribía editoriales. Era miembro de la estructura que establece la línea editorial de "El Diario Vasco". «Un gesto sin ninguna base, en lugar de
poner el conflicto en vías de solución, siembra las semillas de
conflictos futuros» Procesos de paz en Europa, ya en marcha o
incipientes, puntos de partida para que algo similar sea posible
aquí y la constatación de que la opinión pública internacional
está mirando a Euskal Herria cierran el último capítulo de la
entrevista con ETA. Y una aseveración final: los pasos que dé ETA
siempre serán en función de un proceso. En Europa, conflictos como el de Irlanda o
Corsica se han adentrado en vías de solución. ¿Será el de
Euskal Herria el último? En Europa y en todo el mundo existen
muchos conflictos, también armados. Hay una tendencia favorable a
superar los conflictos armados que se producen en el seno de Europa y a
solucionar la situación de las naciones sin Estado. Los estados y los
poderes económicos quieren acabar con las oposiciones armadas. Son
conscientes de que las soluciones deben ser políticas. Se ha propuesto un modelo para Irlanda, se está trabajando en otro modelo para Corsica. Los poderes no desean un efecto de contagio como el que ocurrió en la Unión Soviética en torno al derecho de autodeterminación de los pueblos. En el caso de Euskal Herria, no hay ninguna propuesta por parte de los estados. No encuentran abiertas
propuestas intermedias que no pongan en peligro su estructura interna. España tiene miedo a las consecuencias que podrían derivarse para Catalunya y Francia no quiere abrir ningún resquicio porque está cómoda en la situación actual. En los últimos diez años, hemos
conseguido situar la cuestión de la resolución del conflicto entre Euskal
Herria y España y Francia en una clave política inequívoca, en el
respeto a los derechos democráticos de Euskal Herria. Aunque volvieran a intentarlo, el «conflicto vasco» no se puede entender ni solucionar en función de esa división entre
«violentos/demócratas». Por encima de las fuertes presiones del
Estado, la izquierda abertzale deberá acertar al dar los siguientes pasos. Si a ETA le ofrecieran un proceso similar
al de Stormont (la opinión pública internacional con la vista puesta
en Euskal Herria, mediadores internacionales, observadores
internacionales, las grandes potencias garantizando el proceso, el
compromiso de los dos gobiernos implicados...) ¿qué respondería ETA? ¿Es posible un proceso similar en Euskal
Herria? ¿Los gobiernos español y francés tienen voluntad para ello? Si se cumplieran las condiciones que se plantean en la
pregunta, tendríamos que pensar que no estamos en Euskal Herria. En nuestro caso la opinión pública internacional ya está mirando a Euskal Herria, tanto antes como ahora. Ni Francia ni España quieren
observadores internacionales. Los vascos no tenemos posibilidad de influir
en las potencias internacionales y no vemos que los
gobiernos de París y Madrid estén en esa actitud. En todo caso, ETA siempre ha estado dispuesta a iniciar un proceso basado en el respeto a los derechos de
Euskal Herria y a lograr un acuerdo marco. Es más, es la propia ETA la que ha puesto esa opción sobre la mesa, la Alternativa Democrática. Elkarri ha anunciado una Conferencia de
Paz para diciembre. ¿Qué opina ETA? Parece un montaje al estilo habitual de Elkarri. No han aclarado aún si es una simple maniobra política o de qué se trata. Eso sí, primero han comenzado a recoger dinero. ¿Para qué? ¿Para seguir haciendo un fraude durante otros diez años? La paz es algo demasiado serio para dejarlo en manos de Elkarri. Su propuesta parece más algo preparado para maquillar las intenciones políticas
de Ibarretxe y del PNV. Otra cosa distinta es la necesidad de la paz, la necesidad del diálogo, respetar la palabra de Euskal Herria. Eso se vive hoy como una preocupación y como la vía de solución gracias a la lucha de la izquierda abertzale. Y la izquierda abertzale tendrá que seguir trabajando en ese ámbito de la paz que le es propio, desarrollando su interlocución, con la discreción y seriedad necesarias, planteando iniciativas. Y ante las que surjan,
planteando claramente el contenido político para un acuerdo que posibilite superar el conflicto. ¿No facilitaría la solución un gesto
por parte de ETA? Las informaciones de que dispone ETA y las
recomendaciones de expertos en solución de conflictos
armados indican todo lo contrario. Que un gesto de una de las partes, un
gesto sin ninguna base, en lugar de poner el conflicto en vías de
solución, no hace sino sembrar las semillas de conflictos futuros. Por eso ETA ha dado siempre pasos en función de un proceso, tanto en 1989
en las conversaciones de Argel, como en la iniciativa del 98. Y
cuando se den nuevos pasos, se situarán en función de un proceso. * «La opción para participar en Europa
es la de ser un Estado» Chirac y Jospin afirman que la Europa del
futuro se construirá sobre los estados actuales. ¿Qué piensa ETA?
¿Qué opciones tiene un pueblo como Euskal Herria? La de ser un Estado. Es la única fórmula
posible para participar en Europa con personalidad propia. El Gobierno de Aznar trabaja intensamente en el campo internacional. Los abertzales vascos tienen cada vez más difícil ese ámbito. España está trabajando mucho. El conflicto de Euskal Herria está también más internacionalizado que nunca, aunque sea en perjuicio de Euskal Herria. Muchos medios de comunicación europeos han asumido el mensaje del PP: que el nacionalismo vasco ha hecho esto y lo otro, que hay una dictadura de una minoría, que existe una imposición... Pero después de ver los resultados, han
visto y se han tenido que dar cuenta de que esos abertzales a los que
consideraban una minoría, son en realidad una mayoría en Euskal Herria. ¿Qué instrumentos tienen los abertzales
para dar su versión del conflicto? Muy pocos y ninguno para actuar como Euskal Herria. El Acuerdo de Lizarra-Garazi podría haber sido ese instrumento, pero no hubo capacidad. * |