Néstor Taboada Terán
Capricho Español
Crónica de un descubrimiento


1991 Néstor Taboada Terán

Primera Edición: Editorial Océano, Cochabamba, 1992.

Ilustran este libro las reproducciones "Las señoritas de Aviñón" (carátula), "El Quijote" (pág. cero), "El beso" (cap. X), "Citando a matar" (cap. XI) y "Guernica" (cap. XV) de Pablo Picasso y los dibujos de la serie "Don Quijote en el exilio", "El Quijote y los perros" y "El Quijote y San Francisco" de Walter Solón Romero.
Al final de la obra hay una lista bibliográfica.

182 páginas.

Primeras dos páginas de la novela
Resumén


Primeras dos páginas de la novela
 

CAPITULO PRIMERO

Soy un escritor que viaja de continuo, por destino familiar. Ando por el mundo desde antes de nacer. Tanto, que alguna vez expresé, parafraseando al célebre escritor François Mauriac, que cuando muera hagan de mi cuero una maleta para seguir viajando.

Debo llegar a Panamá. Escritor viajero, travel writer, haré escala para visitar a mis amigos, especialmente a José Lozano Escribano, quien ejerce las funciones de Embajador Plenipotenciario del Reino de España ante el Gobierno de la República de Panamá. Quiero darle la grata sorpresa que, esta vez, tengo la misión de descubrir el País de los Orígenes, mas no el País de las Raíces. España levantada desde el fondo de los siglos. "Qué de churumbelas ha de llegar a mis oídos, qué de gaitas zamoranas, qué de tamborines, y qué de sonajas y qué de salules", digo recordando a Don Quijote. Conoce Lozano Escribano mis aprestos históricoliterarios, que se los referí alguna vez en La Paz. La pasión amorosa de Cuxirímay Ojllu, Doña Angelina Yupanqui, primero por el capitán Francisco Pizarro y después por el cronista Juan de Betanzos, es la pesadilla de los males habidos que atempera las demasías cometidas. Las trenzas negras que iluminan la noche. En cualquier época y circunstancia el amor es la única fuerza capaz de dar equidad a la vida.

En pleno vuelo, Iberia informa que el avión cambiará de ruta, en etapa incidental arribaremos a Caracas. El aeropuerto internacional de la capital panameña ha sido clausurado por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que, en Operación Causa Justa, fueron en busca del general Juan Manuel Antonio Noriega, disidente panameño de la CIA. La CIA, igual que Rambo, no perdona.

Subestimando peligros, cuánto me agradaría hallarme en el Istmo fantasmagórico de estos momentos. Vivir en carne propia, como un asceta, la orgía del dolor en medio de la lluvia de ruidosos meteoritos que cae sobre la población. Siento la necesidad de escribir mis ficciones con una fuerte dosis de realidad. Un diario de ruta con colores, olores, ideas, proyectos e infortunios. En la lucha por la vida naciones y hombres no tenemos más que un flaco rocín, una quebradiza armadura y un cuerpo no menos frágil. Mala leche la mía, imposibilitado de saludar a mi amigo Lozano Escribano. Escuchando la tamborita panameña anhelaba recordarle, una vez más, lo que dijera Borges, que los españoles perdieron el Imperio y, a diferencia de los portugueses, todavía no lo saben.

¡Su atención, por favor! Y otra vez los altavoces. Con un definido horizonte mítico, decido continuar con Iberia hasta Barajas. Me zambullo en la introspección. Hechos insólitos, calificados de piedad histórica, son los que vive América Latina en el Mes de los Difuntos de 1532, ni más ni menos que en el Mes de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo de 1989. Guerra Justa contra los Infíeles y Operacíón Causa Justa, respectivamente, para procurar la añeja "conversión de infieles y compadeciéndose de ellos, alzar las fuerzas y librarlos de las tiranías del demonio y de sus malaventurados tiranos reyes".

Borrado totalmente el camino de Dios, otra vez Panamá en la corriente del llanto.

La teoría de las composiciones, con fundamentos históricos, es una aventura resbaladiza. Remover el pretérito: informes, datos, mensajes, reseñas, procesos y cuanto pueda servir para urdir narraciones graciosas. Ya me lo dijo el maestro Miguel de Cervantes Saavedra: "Puedes decir de la historia todo aquello que te pareciere, sin temor que te calumnien por el mal ni te premien por el bien que dijeres de ella". Mi libro llevará el título de Angelína. La novela de la Conquísta. Mis personajes pasarán de una veintena, porque no puedo desligarme de mí esquema de siempre: la novela aglutinante. Agolpados en las puertas del laberinto americano, la familia de los espíritus espera mi simpatía.

Agredido por las apariencias y, para no ser poseído por mis enfebrecidas introspecciones, comenzaré con la Guerra Justa contra los Infieles. Un minúsculo ejército de alucinados se descuelgan del norte haciendo penitencia con la carne y la sangre de las vírgenes y el Muy Magnífico Capitán extremeño, ex soldado de la guerra de Flandes, tomará para sí Cajamarca con la misma espontaneidad con que relatan las crónicas. Y, mediante desplazamientos de ocasión y oportunidad, iré en actividad transgresora descifrando hechos para humanizar a los temerarios y lavar los pies de los vencidos.

Levanta vuelo la poderosa máquina de lberia y los altavoces anuncian que el viaje será más corto que el de Marco Polo, en línea directa apenas una decena de horas hasta Madrid y ofrece música, TV en colores, diarios y caramelos. Me dirijo a la más bonita y activa de las aeromozas, una especie de Doña Catalina de Erauso, de Guipuzcoa, famosa en la historia como Monja Alférez, y le pido una cocacola con whisky y hielo. Deseo coquear...

 


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