Laura Pausini: La pasión de Tauro

Desde aquel 25 de febrero de 1993, cuando Laura Pausini subió al escenario del Festival de San Remo, Italia, para cantar La solitudine, han sucedido tantas cosas en la vida de esta artista italiana que la hacen declararse ``satisfecha y comprometida con su público, con las personas que tanto le han dado en estos siete años de intensa carrera''.
El motivo de la visita a Miami es el lanzamiento de su nuevo disco, el quinto, Entre tú y mil mares que constituye el primero producido por la cantante.

``Ya lo necesitaba. Cuando una empieza tan joven --yo lo hice a los 18 años-- con un disco en que contaba las cosas que te suceden a esa edad, los amores de estudiante, de adolescente, dichas con honestidad, narrando ese cambio de niña a mujer, llega un momento en que una necesita más''.

Acentúa sus palabras con una sonrisa enigmática y dice con tono sereno:

``Yo no puedo ser un robot. Tengo que ser auténtica y decir las cosas que siento. Algo que seguí haciendo como parte de un crecimiento humano y artístico, y llega un momento que se quiere hacer un giro. Por eso he querido también producir''.

La transformación de Pausini se hace notar en su aplomo y seguridad. Sin embargo, contar con más de 14 millones de copias vendidas, 100 discos de platino, decenas de oro y los innumerables premios recibidos --sin olvidar las constantes giras por todo el mundo--, no le han borrado su acostumbrada sencillez.

``Es que soy la misma, con más madurez, con más vivencias. Pero sigo siendo Laura y estoy feliz con mi vida. Cambiar no me interesa''.

Aun así, en la nueva entrega discográfica hay cambios.

``Los cambios están, más bien, en los temas, en las letras. Ya no son historia de la escuela. Ya eso no me pertenece. No más. Mi visión ha cambiado. Soy una mujer. Hay también cuestiones sociales y, por supuesto, humanas''.

Para la producción del álbum, Pausini ha recabado la colaboración de Alfredo Cerruti y Dado Parisini, quienes tuvieron a su cargo Las cosas que vives (su anterior disco), y de Celso Valli, productor de Andrea Bocelli y Eros Ramazzotti, y para redondear el proyecto, también participan KC Porter, el productor de Santana, y Andreas Carlson, letrista de Backstreet Boys y Celine Dion. Es decir que la Paussini viene bien escoltada.

``Dentro de mi aprendizaje y crecimiento está el rigor, la responsabilidad de entregar lo mejor. Y el trabajo con los mejores músicos, los mejores arreglistas y compositores me enseña y me hace crecer. Soy muy afortunada''.

Acostumbrados a sus interpretaciones en italiano y español, llama la atención que esta vez haya un tema en inglés.

``Hace dos años me ofrecieron hacer un disco en inglés y no fué por presunción que elegí no hacerlo. No estaba preparada, no sabía hablar bien el inglés. No me gusta cantar sin saber qué digo. Tengo que sentirlo y decirlo bien. Además, querían que me dedicara solamente al mercado en inglés y eso no. Este año he vivido en Estados Unidos. Ya conozco bien el inglés y puede ser otro reto''.

Por lo tanto, informa en exclusiva para Viernes que comenzará a grabar en mayo su primer álbum en inglés que saldrá a finales del próximo año.

``He encontrado personas, un equipo maravilloso para ese fin. Pero no será un cambio de mi proyección. Seguiré cantando en español e italiano''.

El compañero sentimental de la artista es un miembro de su equipo de trabajo.

``Estoy enamorada, en general, de todo: de mi vida, de mi novio, de mi carrera, de mi familia'', ríe con expresión entre ingenua y pícara, para concluir su idea: ``Soy Tauro y no puedo dejar de ser toda pasión''.

Y ya que habla de Tauro, surge el tema de la estabilidad.

``Sigo enamorada de la misma persona desde hace siete años. Como todas las parejas que viven y trabajan juntas, tenemos nuestros días difíciles. Pero yo me siento muy feliz. Es la única forma de encontrar --en medio de tantas giras por tantos países-- una relación equilibrada''.

EVELIO TAILLACQ




 Los Orishas arden en deseos de conocer este lado del mundo.

 

Los miembros de Orishas hablan como rapean. Es decir, en una verba encendida que se apodera de la conversación y que obliga al entrevistador -diz que presume de conocer el habla habanera- a exprimir la imaginación para saber qué demonios hablan estos músicos al otro lado de línea telefónica.
"¿Qué bolá, exilión?'' No no, yo soy de la otra isla, asere. "Consorte, pero usted habla y se pone en talla. Con razón dicen que los boricuas y los cubanos son las misma''... (Por tu madre, que no mencione lo del pájaro y las dos alas...) "Vaya, es como decir que tienen el mismo chequendeque". Más o menos.

Como casi todos los músicos cubanos que salen de la isla sin
hacer escala en la capital del exilio, los Orishas (deidades, en la religión afrocubana) arden en deseos de conocer este lado del mundo. Pero, vaya, les cuesta trabajo reprimir el entusiasmo; lo que explica que enreden la cosa al no conseguir separar la realidad de las fábulas.

"Hay una pila de emisoras de rap...'' Ni tantas, mi pana. "Y la fula corre por la libre...'' Bueno, pero hay que buscarla, tú. "Y te caen arriba si mencionas al que ya tú sabes...'' Bueno, tampoco así, pero mejor entremos en materia.

Alojados en Francia por razones varias desde mediados de los 90, en el principio los cuatro integrantes se reunieron con la idea de editar un compilatorio a partir de la abundante oferta de rap que circula en La Habana, y que desde 1993 confluye en un oficioso Festival del Rap de La Habana, celebrado en el anfiteatro del barrio obrero de Alamar.

"Al final la cosa no se dió porque teníamos tantas canciones escritas que el productor Don D'Niko, un dj francés que le entra bien a la cosa cubana y que sampleó todo el disco, nos dijo grabáramos como conjunto. De ahí salió A lo cubano''.

Liván N. Alemán (Flaco-pro), que ya no está en el grupo, había girado por España como parte de la tropa de Sargento García, y más tarde ejerció de pinchadiscos en locales punteros de París. El sonero Roldán G. Rivero (Roldán) se recorrió Europa al frente de conjuntos de música tradicional cubana, y su voz recia le permitió ganarse la vida como solista al terminar el tiempo de giras. Yotuel R. Manzanares (Yotuel guerrero) trabajó de modelo ("mal pagado, asere'') y por poco pierde la cordura ("con las francesas, ecobio, que son calientes y se devoran todo lo que viene del trópico; a ver si me entiendes''). Hiram R. Medina (Ruzzo) no cuenta qué hizo en el viejo continente, pero murmura cosas que dejan pocas dudas acerca de su condición de nostálgico prematuro, de esos que a la menor provocación sueltan la cantaleta de que "allá en La Habana era diferente''.

A mí tú no me engañas,/ yo soy maña de maraña./ Me extraña que siendo araña,de la pared tú te caigas.

Y prosigue el rap. Yotuel y Ruzzo sostienen que fueron pioneros del movimiento rapero en La Habana.

"Comenzamos con un grupo que se llamó Amenaza'', comenta Yotuel. "Era una maravilla, consorte, que le cantaba a la realidad cubana de hoy, ¿me entiendes? Cosas como: "Yo soy muñero, no ando en guapería. Yo no soy jinetero'. Que nos metió en problemas porque allá la cosa, tú sabes, es que la juventud no puede hablar mucho. Cuando nos fuimos a Francia, empezamos bien, hasta que perdimos al líder en misión internacionalista con una noruega y se j... la cosa. Pero enseguida conectamos con el Flaco pro y el Liván''.

Y también con mejores materiales para ponerse al día con el rap, aunque siempre estuvieron bien informados.

"Conocemos el rap americano, y también el europeo, que no tiene nada que envidiarle al primero. Pero el rap cubano es otra cosa, porque la realidad cubana no tiene nada que ver con los guetos de Nueva York, a ver si me entiendes. En Cuba nadie se faja a tiros y no circula la droga como allá. Hay otra realidad''.

¿Otra realidad?

"Cuando sales de Cuba pierdes el contacto. Tienes que estar allá para entenderla y sentirla. Además, nosotros preferimos la función que tenía el rap en sus principios: comunicación y expresión para comunidades oprimidas. Cantamos con cierta crática, pero también tratamos de dar un mensaje positivo a la sociedad. La temática nuestra celebra lo que somos los cubanos ahora mismo, aunque para grabar otro disco como este tendríamos que vivir allá y recoger el habla habanera, que cambia más rápido que un pestañeo''.

Musicalmente, la oferta de Orishas es variada e incluyente: "El hip hop entró en Cuba como break dance, pero el beat lo conectamos con las expresiones cubanas. O sea, con el chachachá, el guaguancó, el son, la rumba, los cantos santeros. Hacemos rap hasta con la décima campesina, porque los repentistas son como raperos si le metes maña al asunto''.

Eso explica el poder rítmico del disco, que mueve a bailar hasta al más tieso.

"El cubano puede perderlo todo, pero el espíritu de relajo no hay quien se lo quite, a ver si me entiendes, consorte''.

ELISEO CARDONA

Entrevista a los Orisha




 Willy Chirino: el nuevo camino de un maestro


La figura del cantante y compositor Willy Chirino es familiar en el sur de la Florida, su carrera de éxitos ha sido compartida por varias generaciones de cubanos y otros grupos de distintos orígenes. Su obra musical constituye un puntal fundamental del llamado ``sonido
de Miami'' y la fusión que ha logrado entre el son cubano --en sus variantes--, y las sonoridades del rock, el beat y el pop le han permitido concretar un estilo auténtico que, sin traicionar las raíces de los géneros cubanos (guaguancó, guaracha y son), resulta emblemático de esta comunidad.
Sin embargo, Chirino y su esposa, la no menos popular cantante Lissette Alvarez, lejos de dormirse en sus constantes triunfos, se arriesgan en un proyecto ambicioso: la creación de un sello disquero.

``Es el momento preciso y oportuno para hacerlo'', comenta Chirino a VIERNES y agrega: ``Antes, nosotros los artistas necesitábamos de una gran compañía para poder llegar a nuestro público. Ahora no. Los adelantos de las comunicaciones rompen esa limitación. Sobre todo, con la internet tenemos el mundo más cerca. El artista tiene acceso al público y viceversa''.

El sonero reconoce ser de los que les gusta tener el control de su obra: ``Desde luego, y no hay razón para que un artista con capacidad, con talento, tenga que depender de una compañía que va a hacer con su producción lo que le parezca, situando los intereses de la empresa por encima de los del artista''.

Al hablar de las dificultades que enfrentan los cantantes en su relación con las disqueras, partiendo de su amplia experiencia en ese ambiente (ha producido, además de la mayor parte de sus 20 discos, álbumes de Raphael, Rocío Jurado, Oscar D'León y Celia Cruz, entre otros), el intérprete de Lo que está pa' ti es categórico.

``Todo es muy difícil para el artista, lamentablemente. Existe un criterio casi generalizado de que para que un cantante triunfe debe ser muy joven y muy bello, o sea, muy fabricado. Yo no miro el talento de esa manera. El carisma es importante, pero no lo es todo, y muchas veces es lo único que miran las compañías. Nosotros no partiremos de esa visión''.

Con la creación de Latinum Music Entertainment (nombre que llevará la nueva disquera), Chirino y Lissette quieren tener más control de sus respectivas creaciones: ``Tanto Lissette como yo llevamos tiempo haciendo nuestras propias producciones. Pero ahora queremos decidir, no sólo los arreglos, las composiciones, los músicos -la producción en sí-, sino también, tener que ver con la promoción y la distribución de nuestro trabajo''.

Latinum, según el creador de Un tipo típico, beneficiará a otros artistas. ``La idea no es solamente trabajar para Willy Chirino y Lissette -que es parte de la compañía-, se trata de incorporar a este sello disquero a otros artistas. Tener la oportunidad de darle la mano a gente que lo merece por su talento y que, por algún motivo, no han tenido apoyo'', hace una pausa y prosigue con mayor énfasis: ``Esa es la mayor ilusión, lo que más me impulsa. Poder darle a tanta gente nueva la plataforma para su lanzamiento''.

Sobre el apoyo económico necesario para producir y llevar a efecto la promoción y distribución del material producido por Latimum, el Artista famoso dice satisfecho: ``Esa era la gestión económica y ya se ha resuelto. Para eso están los bancos, como en cualquier negocio''.

La inversión inicial fue para el estudio de grabación: ``Y no es que costara tanto. Ya la tecnología digital permite reducir costos. Pero es un estudio con lo más novedoso, con todas las capacidades, con lo último para conseguir una calidad insuperable. En el centro de la compañía está el estudio como elemento fundamental'', declara el creador de Ya viene llegando y, con el entusiasmo de un adolescente, agrega:``Yo he logrado en ese estudio lo que ni soñando hubiera alcanzado en un estudio de cinco millones de dólares''.

En el plan de lanzamientos aparece en primera línea un disco doble de Lissette: ``Fue grabado en vivo en el Centro de Bellas Artes de Puerto Rico. Un concierto memorable, y es difícil encontrar una producción realizada en vivo que tenga esa calidad. Me atrevería a decir que no he oído un disco en vivo tan bueno como ése, por el acompañamiento, las interpretaciones y por las mezclas que se hicieron durante meses en el estudio''.

Después de ese lanzamiento, programado para enero, vendrá otro disco de Chirino. ``Estoy logrando cosas que me tienen muy satisfecho, muy en la onda Chirino, pero con más elaboración de planos y niveles, de sonoridades''.

Y luego seguirán discos de Marlene: ``Es una muchacha cubana, muy talentosa que me acompaña en mi show. Estamos haciendo con ella un disco de salsa pop que va a impactar'', y como no sólo acogerán a cubanos, ``estamos programando la producción de Marco Prado, un joven venezolano que es también muy bueno, con una voz muy potente''.

El nuevo sello tampoco discriminará en cuanto a géneros: ``Latinum Music Entertainment abarcará cualquier tipo de música, siempre que sea de calidad, que tenga un contenido artístico, que valga la pena sacar a la consideración del público''

Visita nuestro album de Willy Chirino.

 Entrevista a Willy Chirino


-A los 14 años tocabas la batería en un grupo de rock. Eran locuras de adolescente?

-No no. A los 14 años tenía intención de ser baterista de rock. Y le dije a todo el mundo que lo era: les mentía descaradamente! (risas). Lo que sucedió fue que era tanta la intención y la vocación que yo tenía por la música que una vez me sorprendieron. Estábamos en una fiesta y me dijeron que habían hablado con el baterista del grupo para que me dejara tocar porque mis amigos querían ver cómo tocaba. Pero por algún motivo me subí a tocar, y lo hice suficientemente bien... o no lo hice lo suficientemente mal como para que se creyeran que les había mentido. En realidad nunca me había sentado en una batería. Había visto tantos bateristas, me había fijado tanto en lo que hacían, que tuve una cierta coordinación que no me salió tan mal. Entonces inmediatamente comencé a trabajar en una banda de rock. Eramos especialistas en la música de Los Beatles.

-Y ahora adaptás sus temas a la salsa. Cómo es adaptar Los Beatles a tu música?

-Es relativamente fácil. Yo creo que la música se puede adaptar. Cualquier estilo lo podés adaptar a cualquier canción y viceversa. Por ejemplo, yo hace un par de años en un compilado de Sony en homenaje a Los Beatles, hice un arreglo de Eleanor Rigby que no tiene absolutamente nada que ver con el original (se ríe). Es una rumba, algo muy caribeño.

-Cómo te sentís haciendo temas de quienes son, en definitiva, tus ídolos?

Lo que es un error verdaderamente, es tratar de hacer temas que hacían los grandes maestros como Los Beatles -para mí lo son- exactamente igual a como ellos lo hicieron. No los puedes mejorar! Si vas a hacer una canción de Los Beatles, hazla de una manera que no se ha hecho anteriormente. Si vas a hacerlo, hazlo de una manera totalmente diferente. Hazlo como si fuera una canción nueva para que tenga éxito. De otra manera no consigues nada.

-Pudiste conocer a alguno de ellos?

-A mí me sucede una cosa muy común: me encuentro con una persona que admiro muchísimo... y me da una cierta timidez. Hace unos años estábamos en Bloomingdale's, una tienda de Nueva York, comprando cosas para mis hijos. De pronto miro a mi derecha y estaba George Harrison. Y a mí eso me emocionó tremendamente. Al extremo que salí corriendo hacia donde estaba mi esposa y le dije "mira, mira, ahí está George Harrison". Entonces me dice ella "Vamos a saludarle". Y yo "No no. Ve tú" (risas). Me escondía detrás de ella (más risas). Por fin ella fue, y cuando estaban hablando, me llamaron. Es un tipo muy sencillo. Hablamos muy brevemente, le conté de mi admiración, del respeto que le tenía a Los Beatles, a su historia. Y le dije que yo era músico, y fue una charla muy breve pero alcanzó. Fue muy emocionante igual.

-En Miami organizaste una fundación que lleva tu nombre. Tengo entendido que hacen una obra muy grande con niños, puede ser?

-Bueno, yo no le quiero llamar grande porque no lo es. Pero se hace una labor que ha llevado mucha ayuda a mucha gente. Sobre todo niños. Somos un grupo pequeño... Se hace muy difícil porque todas estas cosas cuestan mucho dinero. Pero se hace y cada día se engrandece más, porque mientras más ayudamos, viene más gente a pedir ayuda y hay que responderle de alguna manera.

Tu esposa Lissette también es cantante. Has trabajado mucho con ella?

No mucho. Nosotros no queremos que nos pongan de Pimpinela. Tú sabes que es muy común que si un matrimonio de artistas trabaja mucho junto, la gente tiende enseguida a pensar que son un dúo. Y eso es peligroso. Queremos hacer algunas cosas juntos de vez en cuando, pero si lo hacemos con demasiada frecuencia, sucede que vas a presentarte en un sitio y te dicen "bueno, y tu esposa dónde está?". Y a ella le preguntan por mí. Entonces los dos queremos que nuestras carreras sean independientes. En mi último disco hay una canción que cantamos a dúo, pero hace unos años que no hacíamos nada.

También tenés un costado de productor artístico. Producís los discos de ella?

No, los de ella no. Lissette es una cantante increíblemente talentosa en muchos aspectos. No solamente como cantante sino que ella siempre ha producido sus propios discos. Ella sabe exactamente lo que quiere. Incluso a principios de su carrera venía mucho a Buenos Aires a grabar sus discos ella sola. Ella conocía a los arreglistas, escogía los temas, conocía compositores y los vinculaba a su proyecto... Entonces lo único que hago es simplemente aconsejarla o decirle lo que yo opino de ciertas cosas o de ciertos arreglos. Y ella puede escucharme o no. Y yo quiero que sea así. Esos matrimonios que la mujer hace exactamente lo que dice el hombre a mí no me gustan. Inclusive a nivel pasional me gusta la mujer independiente, que tiene su propio criterio y hace sus cosas a su manera. Y ella es de ese tipo de mujer. Ella hace exactamente lo mismo conmigo. Me da sus opiniones y la escucho o a veces no. Le digo "Mira, no es lo que yo quiero hacer". Pero he hecho muchas producciones para muchas estrellas, como Rafael, Celia Cruz, Oscar de León, Montaner y muchos otros. Yo me siento cómodo y me siento muy a gusto en todo lo que tiene que ver con la música. Desde componer hasta producir. Soy una persona que tiene la suerte de poder ganarse la vida practicando el hobby que le gusta. Para mí la música es lo que yo amo.

-Tu nuevo disco se llama Baila conmigo, pero hacía dos años que no grababas. Te habías tomado un descanso?

-No. Descanso no hay. El proceso de hacer un disco, por lo menos para mí y para muchos músicos que conozco, lleva mucho tiempo. Anteriormente era un proceso menos complicado, porque la responsabilidad del disco, el artista la ha asimilado como algo más importante. O sea, el disco es lo que queda después que te mueres.
-Es un testamento?
-El artista es muy del legado, de pensar en términos eternos. Del dejar su obra, del querer que su obra sobreviva a su vida. Y uno piensa en eso. Yo por ejemplo, todavía hoy escucho a los maestros de hace cincuenta años, como Miguelito Curí, figuras de la música, del género de la salsa, que fueron los pioneros de este tipo de música. Y escuchándolos es como que te enseñan y te siguen enseñando. Yo sueño con la posibilidad de que dentro de cincuenta años un grupo de jóvenes uruguayos aquí, o en cualquier lugar del mundo diga "mira lo que hacía el cubano éste". Y por eso me demoro tanto tiempo haciendo un disco, tal vez cinco o seis meses. Y si voy a hacer un disco por año me voy a pasar la mitad del año haciendo el disco... Imposible! O sea que siempre es un proceso que dura dos años entre disco y disco. A veces uno y medio, cuando la compañía te presiona mucho.

-Me contaron que te actualizás permanentemente de todos los géneros musicales. Cómo te mantenés al tanto de todo?

-Nosotros tenemos como función achicar el mundo. Es una de las funciones del artista. Ser creadores y ser embajadores, como gente que viaja a través de diferentes países y lleva un poco la cultura de cada cual.
-Globalizar... que le dicen.
-Exacto. Por ejemplo, ayer le dije a Ruben que me llevara a ver murgas. Porque yo quería ver lo que este país tiene para aportar, musicalmente y en otros aspectos. Y lo mismo hago dondequiera que voy. Porque eso va a tener una influencia en mi parte humana, no solamente en mi música, sino también en mi espiritualidad.

-Qué te parecieron las murgas?

-Excelente. Es una manera de expresarse del pueblo. La murga se utiliza para llevar el verdadero sentimiento del pueblo, humorístico y a veces no tanto, como un mensaje social. Me parece extraordinario, una manera muy efectiva de hacer las cosas. Nosotros lo hacemos de otra manera, usando tal vez una canción como medio de crítica social o de establecer un punto de humor acerca de algo que pasa, pero la murga abarca todo eso. Es muy interesante.

Vas a venir a Uruguay en enero. Qué le piensás dar a la gente?

Lo que más me gusta de todo lo que hago es la actuación personal. A mí me fascina ver a un grupo de gente bailando, cantando mis canciones o simplemente divirtiéndose mientras yo trabajo. Y por eso cuando me presento es a matar. Conmigo no hay términos medios. Me preocupo hasta el último detalle. Estoy en el sonido, en las luces, en los ensayos, en el... cómo le dicen acá al sound check?.
Prueba de sonido.
Y estoy entonces muy preocupado para que lo que hago le llegue a la gente de la mejor manera posible. Y aparte la presentación, no solamente la mía sino la de todos los que me rodean tiene que ser a todo tren, porque es como me divierte a mí y es lo que el público se merece. Creo que si alguien paga un dinero por verte, el artista está obligado a dar todo lo que tiene. Voy a hacer todo lo posible para ello. Vengo con toda mi orquesta. Somos quince. Y yo me presento con todo el mundo, o no me presento. O todo o nada.

-Vos tenés una posición muy marcada con respecto a Cuba. El propio hecho de vivir en Miami ya dice mucho. Cómo manejás eso con la música y con tu vida?

-A veces es difícil no ser apasionado. Porque uno como ser humano ve las cosas, las observa, y piensa que tal vez artísticamente pueda hacer algo, lograr un cambio. Sin embargo, el artista siempre es visto como una persona que tiene que llevar un mensaje artístico por encima de todo lo demás. O sea, han existido y siempre existirán canciones que puedan llevar un contenido social. Pero el artista no puede enfocarse, no puede ser una persona que se dedique a llevar mensajes sociales a través de su música, porque verdaderamente la gente no quiere eso. La gente quiere escuchar al artista llevando su arte. Y llevando música. La música tiene que estar, hasta cierto punto, divorciada de la política y del contenido social. En el caso mío específico tiene que divertir a la gente, tiene que identificarme a mí con un buen rato, con algo alegre. Con algo que te va a separar un poco de lo cotidiano que son las cosas como la carga diaria, del trauma de vivir, de buscarse la vida. La persona quiere escuchar un disco y divertirse, y ver al artista y bailar y pasarla bien. No llegar ahí y decir "chau, mira lo que piensa este hombre". Y a veces a mí me cuesta trabajo no hacerlo. Porque soy apasionado con mi país y con la situación que sucede en Cuba, porque soy cubano, porque sé la realidad. Y veo continuamente cómo no se conoce la realidad cubana. Pero hablar de esto y cantar acerca de esto no es la manera de hacer las cosas.

Cuál es la manera entonces?

Convertirme en político... si lo quisiera ser. O simplemente tratar de cambiarlo, pero no a través de las canciones. Si yo tuviera la vocación para la carrera política, sí lo haría. Como artista no lo puedo hacer, porque la gente no lo quiere oír, y no voy a conseguir absolutamente nada. A mí me ha sucedido que veo a un artista transmitiendo un mensaje político que no es el mío, y de ninguna manera me convence. De alguna manera lo que existe es un rechazo. Todas las personas que no pueden coincidir políticamente conmigo, si escuchan una canción mía lo que hacen es rechazar, no escuchar. Es imposible a través de una canción, un disco o una entrevista artística, contar y abrirle los ojos a la gente. Porque simplemente no te creen. La alternativa sería dejar la música, que es mi pasión, y dedicarme a hacer el sacrificio que han hecho otras personas de llevar el mensaje del pueblo.




 
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