El mismo pavo con el que ha preparado el caldo se come después con ensalada verde o verdura en vinagre de la que se vendía en los días de fiesta en la plaza Mercantile de Bari (Italia), contenida en esos enormes vasos de barro cocido que recuerdan la historia de los 40 ladrones.
Junto a la carne no olvide saboreare las patas que son deliciosas.
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