Cuando compras los nabos, notas que las hojas son más grandes que los tallos. Y por eso, no puedes tirar las hojas, porque, en caso contrario, tirarías casi todo... Y ¿cuánto te costaría un kilo de nabos? Sobre todo hoy en día que entre hortelano, intermediarios y vendedor los precios suben como si las verduras fueran joyas
Por eso las buenas amas de casa barenses, y las amas de casa barenses son todas buenas, cuando limpian los nabos, guardan las hojas más suaves junto a los tallos y dejan al lado las hojas más grandes.
Los tallos se cocen junto a abundante aceite de oliva virgen extra de Puglia y jugo de limón y se comen solos o junto a abichuelas (y para que se queden de un color verde fuerte, se puede añadir al agua de cocción un poco de bicarbonato).
Las hojas más duras se lavan, se cocen brevemente para que pierdan el sabor amargo y se meten en una sartén junto a alguna anchoa (boquerón) sofrita. Se terminan de cocer en la sartén (tapada).
Después de una media hora, quite el tapón, deje secar el agua y añada una pizca abundante de pimienta.
Antaño, los nabos estofados eran la comida favorita de los albañiles para el almuerzo de las 12, cuando, del típico pañuelo con cuadros blancos y rojos, anudado con fuerza, sacaban su trozo de pan casero relleno justo de nabos estofados.
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