Palazzo Altemps

El Palacio Altemps (Siglo XV), magníficamente restaurado hace poco, merece ser visitado tanto por su arquitectura como por sus obras de arte.

En él podemos encontrar, al igual que en la Museo di Villa Borghese, una de las colecciones más importantes de arte.

Las familias romanas de los siglos XVI y XVII se preocuparon por reunirlas como contribución al Renacimiento (literalmente: la "rinascita" de la cultura clásica).

Palazzo Altemps Historia El edificio está construido sobre un depósito de mármol de la Roma Antigua, cerca del Templo de Apolo. Edad Media. Durante "los siglos oscuros" formaba parte de un conjunto fortificado en la frontera de los territorios de dos familias rivales: los Orsini y los Colonna. 1477. Girolamo Riario comienza la edificación. A la misma familia Riario pertenecen Pietro, que inicia el Palazzo Corsini, y Raffaele, que construye la Cancillería. Son primos y sobrinos del Papa Sixto IV della Rovere (éste permitió que aparecieran nuevas oleadas de nepotismo). 1511-23. El edificio es decorado por Francesco Soderini, Cardenal de Volterra. 1568. El Cardenal Marco Sittico Altemps finaliza el edificio. Lo destina a albergar su magnífica colección de libros y esculturas antiguas. Este hombre era un gran intelectual. Fue cardenal a pesar de sus fuertes inclinaciones en otras direcciones (tenía un hijo, Roberto). En aquella época, en las familias de la aristocracia europea, el primogénito heredaba el castillo de la familia, el segundo hijo se convertía en militar y el tercero en sacerdote, sin posibilidad de otra elección.

Museo de Palazzo Altemps

Muchas piezas de la colección del Cardenal Altemps están actualmente repartidas por museos de todo el mundo.

Las que quedan llenan el Palacio junto a esculturas procedentes de la colección Ludovisi y de la Egipcia del Museo Nacional Romano.

Las esculturas tienen una placa que las identifican y junto a muchas de ellas hay dibujos que muestran el proceso de restauración de la obra. La mayor parte de las esculturas son imponentes, con proporciones mayores que las reales.

En el patio de Sangallo, Perucci y Longhi, quedamos impresionados por el bello toldo elíptico que lo protege (probablemente parecido al que cubrió el Coliseo). Éste confiere a la vieja piedra, al mármol y a los frescos una luminosidad peculiar. En el centro de una de las paredes podemos ver una fuente con un mosaico hecho con pequeñas conchas y guijarros: todo un desafío a la paciencia convertido en obra de arte. Destacamos el escudo de armas de la familia Altemps (un relámpago cayendo sobre un puente) en arena coloreada y mortero.

Planta Baja
Las proporciones de los arcos del patio son perfectas para las esculturas que contienen.

Sala de los Retratos. Entre los bustos de los Emperadores, el de Julio Cesar, que era un hombre de acción, se asemeja a un ratón; mientras que a Marco Aurelio, el filósofo, se le representa poderoso.

Sala de la Torre. Podemos ver parte de las viviendas de la Roma Antigua sobre las que se erigió el Palacio.

Vestíbulo del Palazzo Riario. Afrodita, bella y frágil después del baño.

Sala de Atenea. Las dos estatuas de la Diosa la representan cruel e invulnerable.

Primera Planta:

Galería Sur. Recomendamos el primer bajo relieve de la pared izquierda, del Siglo II d.C.. Muestra a los dioses jugando en el Monte Olimpo. Vulcano acaba de ser sorprendido por Marte "in fraganti" con su esposa Venus. Alrededor de Marte se reúnen Apolo, Hércules, Baco, Mercurio y Luna como testigos.

Las dos primeras salas contienen piezas egipcias y asirias; el Toro de mármol veteado tiene gran nobleza. En la siguiente estancia se encuentra la famosa estatua griega que representa al Sátiro que estaba en un camino de la antigua Atenas y que se copió en todo el mundo clásico. La cinta que sostiene la siringa es tan realista que parece que se mueve con el viento.

Sala de las Perspectivas Pintadas. Es una estancia en ángulo, con las paredes pintadas al fresco hasta el techo. Los "trompe l´oeil" de columnas con tapices proporcionan un aspecto muy opulento a la sala. Todo el conjunto queda dominado por un balcón, pintado en el techo, lleno de bonitos niños regordetes.
El "Hermes Longhios" es una bellísima obra de arte en mármol blanco. Los restos de pintura roja en los cabellos nos muestran que en su origen eran dorados.

Sala de los Platos. En ella vemos un fresco oscurecido que representa un mueble con una vajilla de plata: toda una obra maestra. Según algunos, en esta sala se celebró en 1477 la boda de Girolamo Riario y Caterina Sforza. En su origen las cuatro paredes estaban pintadas con los regalos de boda y las tarjetas de felicitación y buenos deseos.

Sala de las historias de Mosh. Recibe este nombre por el friso superior. En ella se encuentra una de las obras de arte más famosa de la Antigüedad: El "Trono Ludovisi", del Siglo V a.C. Se trata de un tríptico esculpido que representa a Afrodita naciendo de las olas, ayudada por dos criadas. A pesar del paño húmedo que cubre su cuerpo formando algunos pliegues, la representación de la anatomía femenina deja poco espacio para la imaginación.
Recuperada de los Jardines Ludovisi en el Siglo XIX, la escultura tiene un pasado fascinante. En primer lugar, la Mitología: Cronos corta con un diamante los testículos de su padre Urano y los arroja al mar. De este modo Afrodita Urania nace de su espuma.
En tiempos de la Roma Antigua, este bello bajo relieve fue robado de un templo de la Magna Grecia, en la ciudad de Epizephiris ("brisas amables" en griego antiguo). Julio César lo había cogido para colocarlo en sus jardines (poseía muchos, pero no tuvo tiempo de disfrutarlos). Después quedó en el olvido, hasta su recuperación hace cien años.

La Alcoba del Cardenal (Sala 23), contiene vivos frescos y un encantador techo pintado. El gran Baco de mármol rojo tiene unos orificios circulares en los ojos y en la boca, que nos hacen pensar que fuera vino, en vez de agua, lo que manaba de esta fuente. Abajo, a la derecha de esta escultura, hay un pequeño nicho con un portillo de madera: "cómodo para orinar".

La Sala de la Chimenea. Está dominada por una chimenea gigantesca cuya altura llegaba hasta el piso de arriba (el actual techo es moderno). Aquí también se encuentra el "Gálata Suicida". Es de un realismo impresionante: vemos esculpidas en el mármol las gotas de sangre que brotan de la herida que el bárbaro derrotado se está infligiendo en el pecho, después de haber matado a su esposa.
A la derecha se encuentra un enorme sarcófago del Siglo III, tallado en una única pieza de mármol: puede pertenecer a cualquiera de los romanos que luchó contra los bárbaros. En esta recargada obra de arte, están especialmente bien logrados: el faldellín, que parece volar, del general del centro; la cota de malla de acero del soldado del ángulo derecho; las cabezas de los caballos que relinchan asustados.

La Capilla privada, que contrasta claramente con la Iglesia de San Aniceto, está ricamente decorada con frescos y mármoles. Destacamos en el techo los querubines que juegan y bailan como antiguamente. Altemps estaba amargado por el asesinato de su hijo Roberto en manos del Papa Sixto V. Como ejemplo para los otros delincuentes de la época, tal vez de manera provocativa, dedicó esta capilla a un Papa desconocido que no había sido santificado (Aniceto, 155-156).

La Galería Norte. Está expuesta al sur y el sol inunda de luz esta espacio decorado con pinturas al fresco de pérgolas y plantas trepadoras. Aquí estaban los bustos clásicos de los doce césares, que todo verdadero coleccionista debía poseer en aquella época. La fuente pequeña muestra mosaicos vidriados, pequeños sátiros, dos carneros Altemps y dos muchachas con jarrones de agua.
Para salir hay que volver dentro y recorrer las salas ya visitadas, dado que se entra y se sale por el mismo lugar.

S. Lorenzo in Damaso

Esta iglesia estaba destinada al bautismo de la familia Medici de Florencia.

Se encuentra en el interior del primer gran palacio romano, Palazzo della Cancelleria realizado entre 1486 y 1513 siguiendo el nuevo estilo del Renacimiento. (Anteriormente se había construido el Palazzo Venezia, pero no es totalmente renacentista).

El palacio debe su característica blancura brillante, al travertino del que está recubierto, que fue en gran parte sustraído del cercano Teatro de Pompeyo, al igual que las grandes columnas del amplio patio interior.

El palacio recibe el nombre de Cancillería dado que el Cardenal Riario era el Vice Canciller de Sixto IV. Después de haber estado destinado, en el curso de los siglos, a diversos usos (incluso al de residencia de un Cardenal-Duque, hermano de un aspirante católico al trono inglés), hoy el palacio es la sede de la Cancillería Papal. Pertenece al Vaticano, por lo que no está sujeto a la soberanía italiana.

S. Lorenzo in Damaso Historia Época Romana. Bajo el Palacio de la Cancillería hay una tumba y un templo dedicado a Mitra. 366-384. El Papa San Dámaso construye en este lugar una biblioteca pública a las que otorga su propio nombre. 1486. El Cardenal Raffaele Riario, sobrino del Papa Sixto IV della Rovere, edifica esta manzana gracias a la victoria, obtenida del juego, sobre otro sobrino del Papa. La Iglesia de San Lorenzo in Damaso, de la que era titular el Cardenal Riario, queda englobada en el edificio: su entrada se encuentra en la fachada derecha. 1513. El Palacio se termina a tiempo para que se instale en él el primer Papa de la familia Medici, León X. Este lo confisca como castigo a sus propietarios, que habían participado en una sangrienta conspiración contra miembros de su familia. 1798. La iglesia se transforma en un campamento para caballos durante la ocupación francesa de Roma.

Chiesa del Gesù

(Iglesia del Gesù). Diseñada por los arquitectos Vignola y Giacomo della Porta (1568-84). Se trata de la iglesia Madre de la Orden de los Jesuitas.

Desde el punto de vista arquitectónico, supone un avance en el proceso de transición de la sobriedad renacentista a los excesos del Barroco. A los jesuitas les preocupaba la renovación espiritual de la Iglesia y mantener la supremacía de ésta.

Buscaban un edificio que diese cuerpo a cuanto promulgaba el Concilio de Trento. Éste había dictaminado, bajo la tutela del Papa Pío IV, las reglas a seguir por una reforma eclesiástica. El nuevo reglamento debía hacer a la Iglesia salir al paso de las acusaciones de los protestantes y, al mismo tiempo, cubrir las exigencias de orden espiritual por parte del clero, algo profundamente deseado por la mayoría de los feligreses.

En esta iglesia nos encontramos con una nave amplia en la que los fieles pueden sentirse unidos y elevados espiritualmente por los sermones de los oradores que se suceden en el púlpito.

El altar mayor, en el que el clero celebra la misa para el pueblo, es el punto central que subraya la diferenciación de los papeles asignados a unos y a otros, pues la responsabilidad del cumplimiento de las reglas también pertenecía a los laicos.

La fachada de Giacomo della Porta es probablemente, junto al proyecto original de Vignola, que había sido rechazado, el elemento arquitectónico más imitado en las iglesias católicas.

La adopción de las columnas griegas con pesadas volutas laterales resuelve brillantemente el problema de la diferencia de altura entre la nave central y las laterales. Este esquema, conocido como "estilo jesuítico",se convierte muy pronto en el modelo a seguir para las iglesias barrocas de todo el mundo.

El interior de la iglesia, decorado posteriormente de un modo excesivo, contrasta con la sobriedad de la fachada.

Destacamos la Capilla de San Ignacio, en el brazo izquierdo del transepto, bajo cuyo altar se encuentra el sepulcro del santo, con una escultura de plata y columnas de lapislázuli.

A la izquierda del coro se halla la estatua, realizada por Bernini, de San Roberto Bellarmino, que reza fervientemente.

Chiesa del Gesù Historia 1540. Un soldado español llamado Ignacio de Loyola (que será santificado en 1622) funda,con la aprobación del Papa Pablo III Farnesio, una orden sacerdotal destinada a la actividad misionera y de predicación: la Compañía de Jesús. Esta nueva orden está destinada a convertirse en un arma importante en la lucha de la Iglesia contra el Protestantismo. Lo mismo ocurrirá con la fundación, dos años después, de la Inquisición Romana. 1545. Pablo III, gran humanista del Renacimiento, convoca el Concilio de Trento con el fin de promover la reforma de la Iglesia y la unidad entre los Cristianos. 1552. El Papa Julio II Ciocchi del Monte se ve obligado a suspender el Concilio de Trento debido al enfrentamiento entre el Emperador del Sacro Imperio Romano y el Rey de Francia. 1564. El Papa Pío IV Medici cierra el Concilio de Trento con la aprobación de una serie de reformas, cuya función era la lucha contra el Protestantismo. Entre ellas había una que obligaba a los obispos a dejar Roma para irse a vivir a sus diócesis. Pío IV refrenó a la Inquisición y acortó la lista de los libros prohibidos. No obstante, no llegó a aceptar la propuesta del emperador Fernando de Austria que permitía el matrimonio de los sacerdotes, como ocurría en los albores del Cristianismo.

Sta. Maria in Campitelli

En 1658, cuando finaliza una devastadora plaga de peste, el Papa Alejandro VII manda construir esta iglesia barroca para que albergara, en el interior del tabernáculo del altar, una antigua imagen de la Virgen a la que los romanos habían rogado fervientemente por el final de la peste.

La fachada y, sobre todo, el interior fueron proyectados por Carlo Rainaldi como un bosque de columnas, para simbolizar la importancia de mantener el Cristianismo.

Palazzo Doria Pamphili

Frente al Palazzo Venezia se encuentra uno de los lados del inmenso palacio que todavía pertenece a la familia Doria Pamphili. La entrada está en Piazza del Collegio Romano. Desde esta plaza se puede ver la elegante portada de este gran edificio, obra (1660) de Antonio del Grande.

Son numerosos los nombres ilustres que se suceden en la propiedad del palacio, de generación en generación.

El Papa Julio II lo asignó a su sobrino el Duque de Urbino. Sus descendientes se lo vendieron al Cardenal Pietro Aldobrandini, cuya heredera Doña Olympia, se casó con Camillo Pamphili.

Este era sobrino de Inocencio X y cuando murió el palacio se convirtió en propiedad de la familia Pamphili. Pasando por esta entrada podemos ver el inmenso jardín del interior y visitar la Galería Doria Pamphili (ver: Museos) en la que están expuestas las colecciones de la familia.