Introduzione

3 WMF ITALIA 2000

Regala basica para esulcerare
o limerai le proceso de mediación.
Técnicas para romper el Impasse

Armando Castanedo

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Papers
   

Country:
Cuba

Language:
Spanish

La Historia y la experiencia práctica conspiran contra la introducción de una alternativa de solución de conflictos sociales como una verdadera opción. No obstante, es evidente que ambas la necesitan o necesitarán.

Son varias las razones que validan esta afirmación, pero fundamentalmente interviene el hecho de que por muchos años la "solución" de estos conflictos ha estado en manos de un tercero (el Juez) que resuelve apoyado en el poder coactivo que respalda a la decisión final, o en su ascendencia institucional, o en la representación de "única vía adecuada para resolver". Por otro lado, el desarrollo social comienza a echar de menos los mecanismos de autoregulación social como se expuso con anterioridad.

Al referirnos al poder coactivo que respalda a la decisión final, pensamos en la imposición absoluta de la Ley con sus esenciales características de generalidad y abstracción en un caso concreto.

Largo es el camino entre lo general y lo abstracto hasta lo particular y concreto, camino este por demás indirecto y lleno de apreciaciones personales al depender de la interpretación de quien muy posiblemente no haya engendrado la Ley que aplica, ni se encuentren vigentes, en la práctica, aquellas condiciones de la realidad que la hicieron nacer.

Insistimos en la afirmación de que "la Ley se impone al conflicto" y augura la disonancia de las partes al terminar la disputa legal con una parte "vencedora" y otra "vencida". Pero si aún la parte vencedora lograra siempre todo lo que se propone, por lo menos ésta lograría su satisfacción total (aunque individualista que no son las posiciones que menos abundan), pero raras veces ocurre así.

Los distintos procesos existentes en el mundo de hoy al margen de la Mediación, navegan por cauces preestablecidos desde el punto de vista legal, sin un atracadero cuando se necesita, y se concretan a aplacar el pleito con base en la solución de sólo parte del asunto, sin reparar en lo más mínimo que desde el punto de vista subjetivo: "mañana la batalla entre las partes puede revestir niveles más sofisticados y el objeto de la disputa reaparecer de múltiples formas".

Y, al mencionar "la única vía de solución", sólo reflejamos la controvertible "especialización procesal", prometedora en el ámbito procesal legal pero inhibidora de alternativas de solución para un mismo caso.

La costumbre a aceptar una única vía de solución, hace que las personas no estén familiarizadas con un proceso alternativo para resolver sus conflictos, una vez incorporado el nuevo enfoque para la solución de intereses en colisión, los individuos son proclives a sentir una aprehensión inicial o falta de confianza y seguridad en sus posibilidades de resolver disputas a través de un acuerdo mediado voluntariamente.

Precisamente un correcto proceso de mediación debe lograr, categóricamente, romper con la mencionada inseguridad, debe mostrar de alguna manera y ab initio a las partes un clima de seguridad y confianza en el proceso pero particularmente en cada una de ellas mismas, así comienzan a ponerse en práctica las habilidades del mediador para "esclarecer o limpiar" de detalles contraproducentes el camino hacia la Mediación efectiva del conflicto.

Analicemos los aspectos esenciales que un mediador debe tomar en consideración para despejar el horizonte y desarrollar una Mediación sin grandes contratiempos:
I.- En cuanto al inicio del Proceso.
Los objetivos que debe lograr un mediador con la introducción al proceso de mediación son, en síntesis:
Explicar a las partes en conflicto de forma clara y precisa en qué consiste el proceso.
Hacer que las partes en conflicto se sientan cómodas durante el proceso.
Ayudar a las partes a ganar confianza en su destreza para lograr un acuerdo.
Aclarar a las partes que solamente ellos pueden hacer que el acuerdo funcione si el mismo se logra.

Para el logro de estos objetivos el mediador debe actuar con atención en los siguientes puntos esenciales: (se exponen de una manera lógico-secuencial lo que no quiere decir que el orden no se deba variar en tanto las condiciones concretas del asunto así lo aconsejen).

- Sea Informal: , y verdaderamente amistoso cuando conoce a las partes por primera vez, deles su mano cuando Ud. se presente, estimule el uso de los nombres de pila entre las partes y Ud.; su ubicación en el local no debe mostrar gráficamente ni la más mínima ascendencia sobre las partes, siéntese cerca de ellas, muéstrese alegre y cortés pero no caricaturice la situación.

- Haga que las partes se sientan cómodas: Ofrézcales sentarse donde mejor ellas lo entiendan (en los asientos preparados para las partes) intentando, sin forzarla, la cercanía; ofrézcales algo de beber, así sea agua; pregúnteles si consideran el local adecuado y muestre interés por su bienestar mientras estén con Ud.

- Explique a las partes mediante un documento y luego verbalmente en que consiste el proceso de mediación Y LAS VENTAJAS DE ESTE EN COMPARACION CON EL LITIGIO JUDICIAL, así tendrán una nueva oportunidad para decidir con conocimiento de elementos la Mediación de su caso, y Ud. los compromete indirectamente a tomar en serio el proceso ya que saben exactamente en que consiste, o por lo menos tienen una noción más exacta que sin esta orientación directa. Es muy importante que Ud. les demuestre que su elección por la Mediación ha sido totalmente acertada.

- Enfatice la NATULALEZA VOLUNTARIA DEL PROCESO DE MEDIACION Y COMO SOLAMENTE ELLOS pueden hacer que funcione, si están dispuestos a exponer y comprender PUNTOS DE VISTA y a acatar los términos del acuerdo si éste es logrado.

- Aclárele a las partes en la mejor forma y más clara manera posible que LAS SESIONES DE LA MEDIACION SON ESTRICTAMENTE CONFIDENCIALES y que Ud. no será testigo de ninguna de las partes, caso de que el asunto sea llevado a la vía judicial.

- Mencione, y sólo esto, la posibilidad de UN ENCUENTRO PARTICULAR CON CADA UNO si el proceso por alguna razón se estanca.

- ENFATICE EL ROL NEUTRAL DE UD. COMO MEDIADOR, aclare como Ud. no intercederá por ninguna de las partes sino por resolver de fondo el conflicto y que el acuerdo no lo logrará Ud. sino ellos, con su ayuda.

- ASEGÚRESE DE QUE LAS PARTES NO LO VEAN EN NINGUN MOMENTO COMO UN JUEZ, sino como un amigo con preparación para que ellos logren un acuerdo en su presencia, el cual quedará entre las partes y Ud.

- Asegúrese de que cada momento distintivo de sus palabras SEA COMPRENDIDO A CABALIDAD POR LAS PARTES, recuerde que todos los humanos no tienen la misma capacidad de comprensión, utilice términos simples pero precisos, si el nivel cultural de las partes lo aconseja utilice términos comprensibles a ese nivel, trate de no "quedar por debajo" en el diálogo, pero nunca haga galas de la más mínima superioridad.

- NO APURE UNA RESPUESTA DE LAS PARTES NI CORTE UN COMENTARIO DE ESTAS, RECUERDE QUE ELLAS SON LAS DUEÑAS ABSOLUTAS DEL PROCESO, UD. SOLAMENTE LO CONDUCE HABILMENTE; trate de ubicar pausas cortas en momentos oportunos y aproveche para "enfriar" un poco el clima si es preciso. Diluya tensiones, no rompa tensiones.

- Recuerde: "las partes han ido a Ud. no porque hagan una concesión" sino porque tomaron "la primera decisión estando de acuerdo en torno a su conflicto". Este hecho y el convencimiento de las partes de que es así lo podrá Ud. utilizar muy favorablemente durante todo el proceso sin abusar de su mención.

Las diez reglas básicas que hemos explicado representan para el proceso de mediación el principio del comienzo; diríamos que son las reglas sin las cuales el proceso referido tiene una gran probabilidad de ser fallido y por lo tanto no vale la pena ni comenzarlo.

Pudiéramos llamarle a estas: "Reglas de ambientación del proceso de mediación", ya que buscan lograr un clima de entendimiento entre las partes y entre éstas y la figura del mediador, son las reglas además que le permiten al facilitador preparar a los centros subjetivos de su trabajo para el proceso de mediación propiamente dicho y además abonar el terreno para el segundo logro de este proceso: después que las partes decidieron acercarse al mediador, ¿están dispuestas a seguir adelante?. Si esto es así se estará nutriendo el proceso en general de proclividad triunfal.
II.- La apertura del proceso por las partes en conflicto.
Si es importante la participación del mediador en la apertura del proceso sentando las "reglas de ambientación de la Mediación", igual importancia reviste la primera participación de las partes en disputa; es el momento en que:

Cada parte tiene la oportunidad de describir su punto de vista del problema. Es trascendental para todo el proceso dejar claro a las partes que lo que exponen es su ángulo de visión del conflicto y no el conflicto en sí, de esta forma se trata de situar a cada parte frente al conflicto, no dentro de éste.
De una forma u otra, cada parte debe conocer la versión de la otra parte acerca de la disputa. La versión de cada una debe despojarse de inconsecuencias y de "ataques" a la otra.
Las partes deben informar al mediador la naturaleza de la disputa, y éste provoca la reunión de ellas por primera vez en su presencia.

El mediador en esta fase debe dar seguridad a ambas partes que no serán interrumpidas por la contraparte, la que tomará notas si lo considera necesario para no olvidar aspectos que quisiera retomar con posterioridad.

Como todavía en esta fase el objeto de trabajo del mediador, "el conflicto", no ha sido filtrado y se encuentra en su "peso bruto", son grandes las posibilidades de que en el momento de apertura las partes, en su exposición, expresen emociones fuertes y se interrumpa a la otra persona. La situación antes descrita puede tener efectos desestabilizadores al propio proceso de mediación, por lo tanto el mediador debe:

Pedir a las partes que no interrumpan.
Parar la interrupción y discutir con ambas partes la importancia de no interrumpir (si ya ha obtenido toda la información necesaria para su agenda).
Si las interrupciones continúan, hacer un aparte con el que interrumpe y enfatizar la importancia de que cada parte escuche "la versión" completa de la otra.
Pedir a cada parte que tome nota de los puntos y aspectos que considere necesario para esclarecer, añadir o reflexionar.

En esta fase el mediador debe desterrar del proceso las palabras discusión, pleito, problema y tratar de introducir las siguientes: distintos ángulos de visión del conflicto, distintas maneras de apreciarlo, intereses distintos; comenzando de esta forma una de las más importantes exigencias del proceso de mediación:
III.- Facilitar la comunicación.
No dude Ud. que la fuente principal del agravamiento de muchos conflictos en el mundo de hoy se encuentra en una deficiente comunicación entre sus partes protagonistas, comunicación deficiente que en la mayoría de los casos degenera hasta convertirse en un abierto enfrentamiento. No se preocupe en lograr una comunicación exquisita ya que de lograrse puede ser contraproducente para el proceso porque puede ser artificial, pero existen algunas técnicas cuyo uso eficaz ofrece como resultado el que se pueda facilitar la comunicación.

Existen mediadores que proponen 6 opciones para lograr facilitar la comunicación entre las partes, agregaremos sólo una que consideramos de notable relevancia:

1. - Audición activa.
2. - Reestructuración de los problemas.
3. - Preguntas abiertas.
4. - Pausas o silencios.
5. - Dirección del proceso.
6. - Asistencia instantánea.
7. - Parafrasear.

1. - Audición Activa: Es la técnica que utiliza el mediador cuando escucha a las partes para establecer la empatía y ayudar a la comunicación. El mediador que actúa correctamente debe asegurarse que las partes consideren que él ha entendido a cabalidad el asunto y cada uno de sus puntos de vista. Para el logro de este objetivo el mediador puede emplear:
- Interés no verbal: Gesto de asentimiento, postura atenta, sonrisa, desagrado, según las palabras que escucha.
- Reformulación: Reflejar en sus propias palabras lo que las partes han dicho para convencerles de que Ud. ha entendido bien cada uno de sus puntos de vista, utilice términos que ayuden a la armonía (ver "facilitar la comunicación").
- Enfasis en los sentimientos: No olvidar reflejar el tono de una frase tratando de eliminar ironía si fue empleada por la parte ponente.
- Resuma los aspectos principales que sirvan para englobar el conflicto como si preparara una agenda; es el paso preliminar para preparar realmente la agenda sobre los aspectos controvertidos más importantes.
- Evite discutir, sentenciar, juzgar, aconsejar o prometer; evite preguntar ¿por qué? (recibirá respuestas muy desiguales), pregunte: ¿cómo?, ¿Cuándo?.

La Audición activa, o escucha activa como también se le conoce, es una de las acciones más importantes del mediador para desarrollar la confianza de las partes en cuanto a su interés por serle útil a ellas, para fusionar intereses y resolver de fondo el conflicto que se ha generado.

2. - Reestructuración de los problemas: "Reestructurar" se refiere a darle una nueva perspectiva a los asuntos contradictorios o darle un nuevo giro a los actos o motivaciones.
La reestructuración del problema es la técnica que permite distanciar un poco a las partes del centro del conflicto y hacer que vean el "dibujo" completo, es decir, muestre a las partes que es posible fusionar intereses distintos para por lo menos acercarlos (ver "Cómo funciona el proceso de mediación").

Ej. : Todo conflicto tiene sus puntos más importantes y sus puntos banales, Ud., como mediador, sugiera a las partes extraer de sus respectivos puntos de vista las prioridades, lo que ellas consideren los aspectos más importantes.
En este caso ya el mediador comienza a lograr un trabajo conjunto de las partes en un proceso que es para resolver su conflicto, se inicia el acercamiento de las partes, sin que este sea forzado.

Esta reconstrucción del asunto en favor del proceso se facilita si se usan algunas técnicas como son:
- Enfatizar el acuerdo: Si las partes llegaron al acuerdo de establecer los puntos de mayor importancia de su conflicto Ud. debe mencionarles que "se alegra que quieran ambas organizar los aspectos básicos del proceso".
- Poner a un lado lo negativo: Si una de las partes refiere negativamente una situación controversial: "él no quiere que yo vaya a casa de mi madre los días que él trabaja", Ud. la refiere positivamente: "quizás en el futuro su esposo no interfiera en esto si Ud. espera por él para ir juntos a casa de su madre, o si Ud. el día antes le dice lo que va a hacer, así él no tiene porqué preocuparse"(introducción de un sistema de alternativas de solución).

- Normalizar situaciones y sentimientos: ... "La mayoría de las personas hubieran reaccionado como Ud., pero por ser una cuestión normal no quiere decir que no se produce por dejar de tomar en cuenta que es muy importante que sus relaciones continúen satisfactorias como hasta el momento, ¿verdad?".... Con este ejemplo de intervención del mediador se muestra que hasta asuntos peliagudos por la costumbre que les precede, pueden servir a la búsqueda de puntos de vista comunes en su esencia.

- Reconstruir las intenciones fundamentales de manera positiva:
"De divorciarnos ella no quiere que visite a mi hija todos los días"... Mediador: "Lo que Ud. quiere es que ella le permita un margen amplio en cuanto al régimen de comunicación con su hija porque el horario de su trabajo le impide ajustarse a uno estricto", "¿no es así?".
De esta forma se demuestra que se puede apreciar el mismo aspecto desde varias perspectivas y hace pensar a las partes en diferentes alternativas.

El mediador debe, en todo momento que sea factible, demostrar que existen diversas vías de solución de cada punto controversial de importancia, sin forzar a las partes de alguna manera a que las asuman. Recuerde que puede ser esto exactamente lo que las partes buscan en la Mediación, explote que "ambos decidieron acudir a la mediación y esta decisión la tomaron en conjunto, por ende no es tan difícil llegar a acuerdos entre ambos"

3. - Preguntas abiertas: Las preguntas abiertas a las partes cumplen dos objetivos. Que las partes no interpreten las preguntas que se le formulan como una amenaza de ofrecer información que todavía no están convencidas de entregar al mediador o a la otra parte y, obtener por el facilitador una información más amplia que la que le ofrecería una pregunta cerrada (de una sola respuesta).
Ej. : No se le debe preguntar a las partes "¿quién representa un disgusto mayor para Ud. en su casa?", sino "¿qué tal la situación familiar en la casa en relación con este asunto?".

4. - Pausas o silencios: El silencio puede resultar tan beneficioso al escuchar a las partes como perjudicial pueden ser las pausas que el mediador obligue a hacer a estas partes mientras estén reflexionando en alta voz acerca de su punto de vista, esperar con calma y utilizar la pausa para reflexionar sólo cuando la parte exponga un aspecto significativo ayuda mucho a aliviar el clima del encuentro.

No existe, o al menos los autores de los textos acerca de la temática no se pronuncian específicamente por determinar, un promedio de pausas o silencios en los procesos de mediación.

La pausa o el silencio, como son entendidos de eficacia para el proceso, deben determinarse según las circunstancias que rodeen a la fase de la mediación donde serán utilizados.

Se debe observar extremo cuidado con no obligar a las partes a hacer una pausa en beneficio del entendimiento de la otra parte, lo más probable es que en su controversia ya lo haya intentado alguna de ellas y esto indique, a la parte obligada a la pausa en su intervención verbal, que el mediador siente más simpatía por la otra parte, esta situación puede ser fatal e irreversible para el proceso de mediación y para el prestigio que necesita su desarrollo y extensión.

5. - Dirección del proceso: El mediador, más que dirigir, orienta o facilita el proceso de mediación. Si el mediador intenta adquirir para sí una ascendencia en la controversia que se está produciendo delante de él, las partes, o por lo menos alguna de ellas puede pensar que se está forzando el proceso en busca de una solución preconcebida y que la absoluta imparcialidad del mediador es una buena idea y no más. Esta situación puede conducir a viciar el proceso y a su fracaso final.

El mediador sólo puede mostrar ascendencia para evitar el posible descontrol de las partes y como mejor lo puede lograr es demostrando en todo momento un riguroso autocontrol. El mediador es un regulador de la solución del conflicto, no un solucionador del mismo, son las partes las que deben solucionar su propio conflicto.

6. - Asistencia instantánea: El mediador debe, en todo momento, asistir a las partes a encontrar una palabra adecuada cuando lo necesiten, a referir un hecho que no recuerden, a disminuir la tensión acopiada por alguna de las partes ofreciendo su punto de vista acerca del razonamiento lógico de determinados acontecimientos, etc.

7. - Parafrasear: Una de las técnicas más eficaces de los mediadores para lograr una comunicación adecuada de las partes entre sí y con ellas, es parafrasear constantemente sin interrumpir sus intervenciones. El uso del parafraseo ayuda a las partes a dialogar aunque sea a través del mediador en tanto se logra sacar de su "trinchera" a cada una; esto ya representa un paso hacia la cercanía de ambas.

En conflictos interpersonales el mediador debe parafrasear para demostrar que "escucha lo que se le dice", que se intenta atender en serio y que se ha comprendido a fondo lo que se ha explicado hasta el momento. Todo esto puede inducir a una mayor credibilidad acerca de las posibilidades del mediador de resolver el conflicto, o mejor dicho de regular el conflicto para su solución.

Parafrasear no sólo sirve al mediador para intentar establecer su papel sino que constituye un signo evidente de que lo está logrando.

Cuando el conflicto no es entre dos personas sino en el contexto de un grupo donde se manifiestan muchas diferencias de opinión, el parafrasear ayuda a que el intercambio se produzca como diálogo y no como enfrentamiento, al parafrasear a unos y a otros se les está diciendo que han sido escuchados y que se les toma en serio ya que se puede reproducir la esencia de sus ideas.

Si el mediador presta atención especial a lo que parafrasea y se percata de que está diciendo algo que ya una de las personas en conflicto lo había mencionado antes, es de una utilidad enorme acercar los criterios similares expuestos por interlocutores distintos.
La frase: "Pedro y Juan están diciendo lo mismo y tampoco es lo contrario en esencia de lo que exponen Silvia y Berta", resulta muy eficaz para la comunicación, pues propicia el diálogo luego de que los participantes se dan cuenta de que es cierto lo que se acaba de decir.

Las siete técnicas expuestas para lograr una de las cuestiones más importantes en cualquier proceso de mediación, es decir, una comunicación que propicie el diálogo, no están exentas de modificación y adaptación según sea el caso que se presente y las circunstancias que rodeen al mismo; mucho menos se pretende decir que son las únicas, sino simplemente unas de las más utilizadas con cierto grado de eficacia que pueden servir de útil apoyo a la solución de un conflicto en proceso de mediación.

Al lograrse una comunicación que propicie el diálogo en cualquier proceso de mediación, se está apartando del camino de éste posibles contingencias que lo detengan o lo hagan más complejo de lo que en realidad es. Sin una comunicación propiciadora del diálogo entre las partes, el mediador se puede convertir en un vocero de cada una de ellas y no en un regulador del proceso en busca de la solución del conflicto como debe ser.

El objetivo del mediador de lograr una buena comunicación entre las partes, si es logrado, conduce al "combate verbal" a convertirse en un intercambio profundo de información en el cual cada una de las partes puede llegar a exponer, junto a los hechos sus sentimientos acerca del asunto controvertido; esto indiscutiblemente ayudará en cierta medida a comprender las motivaciones que tuvo la primera para actuar, omitir, pensar o decir en la forma en que lo hizo.

Si Ud. es un ser humano medianamente proclive al razonamiento y un día se siente ofendido por la acción de un amigo, y al conocer las razones que llevaron al amigo a actuar de esa manera Ud. entiende que son la causa consecuente de su acción, entonces Ud., si quiere seguir manteniendo su amistad activa, discute con él el error en la causa de su acción y establece un diálogo; si por el contrario, discutiera la acción en sí, el entendimiento sería mucho más difícil, ya que para su amigo su acción está justificada y eso a Ud. no le ha interesado al centrar su atención en la acción que le ofendió.

A diferencia de lo que ocurre en el litigio y para bien del proceso de mediación, la comunicación en este último es directa y no indirecta como en el primero; recordemos que el objetivo inmediato de las partes en el litigio es construir y desarrollar una posición, una tesis o versión desde su punto de vista o conveniencia para finalmente enfrentarla a una tesis contraria que tiene muchas probabilidades de ser diametralmente opuesta a la primera; en la Mediación se logra, como ya se apuntaba, que el combate verbal ceda el paso a un "in-depth information exchange"(profundo intercambio de información).

El mediador que piense que conoce y hace uso de todas las técnicas para lograr una adecuada comunicación en sus procesos, nunca podrá afianzar la eficacia de estos. La comunicación entre las partes, y entre ellas y el mediador son al proceso de mediación como la propia existencia del proceso para que el mismo se pueda producir.

Al lograrse una buena comunicación entre las partes en un proceso de mediación se está limpiando el cauce por donde ésta tiene que fluir sin mayores contratiempos.

Son varios los autores que plantean que lograr una buena comunicación durante el proceso de mediación es más importante que el propio acuerdo ya que éste puede no lograrse y, si en el proceso la comunicación fluyó como debía, las partes acudirán a resolver sus diferencias en otra vía pero "sabiendo que pueden comunicarse sin pelearse".
Técnicas para romper el Impasse.
Como parte integrante de las REGLAS BASICAS PARA ESCLARECER O LIMPIAR EL PROCESO DE MEDIACION, se incluyen las técnicas para romper el impasse.

Cada caso que se trata de solucionar a través de un proceso de mediación tiene sus momentos de impasse, por las partes o por el propio mediador.

No obstante de tratar el tópico en capítulo aparte, es conveniente desarrollar algunos de sus aspectos esenciales.

Impasse: Es denominado al lapso transcurrido sin que el proceso avance; por una u otra razón el proceso se ha detenido necesariamente porque de continuar se le podría perjudicar en el logro de su objetivo.
Es, en muchas ocasiones, el momento en que las tensiones de las partes han logrado una "temperatura ambiental" alta que aconseja no continuar por ese camino en protección de la eficacia del proceso.

El impasse en la Mediación también puede responder a la necesidad de cambiar el rumbo de su proceso.

El impasse referido con anterioridad, en su grado simple, es decir cuando el proceso entra en un círculo vicioso que no avanza, sin necesidad de la intervención de un tercero especialista, o que no se ha provocado por tensiones exteriorizadas, se le puede llamar: "Impasse simple".

Otros impasses a través de ejemplos.
1. - Hasta el momento María se mantenía explicándole al mediador los hechos como ella los entendía y de pronto se vuelve hacia Julia y comienza a insultarle, agresión verbal que Julia no demora en ripostar airadamente...
El mediador no debe dejar que el proceso continúe hasta que María y Julia no demuestren haber interiorizado que esa postura solo puede perjudicar el proceso que ellas mismas escogieron para solucionar su conflicto.
El impasse de este ejemplo se podría llamar Termo-Impasse ya que es el impasse develador de la tensión espiritual de las partes.

2. - Virginia y Alex acuden al proceso de mediación para lograr un acuerdo extrajudicial en cuanto a la división de la comunidad matrimonial de bienes porque entienden que así será más ventajoso para los dos, de esta manera la Ley sólo intercedería entre ellos para divorciarlos y no para ordenar quien mantiene la posición de un bien o de otro.

Cuando Virginia, en su exposición al mediador, refiere el precio del refrigerador, Alex, al no coincidir con ella, comienza a discutir el asunto y a tratar de demostrar que su esposa está equivocada, ninguno de los dos cede en cuanto al valor pretendido por el otro para el refrigerador... el mediador está obligado a detener el proceso, y solicitar los servicios de un experto para que establezca el precio del refrigerador siempre y cuando las partes no repelen esta decisión.

El impasse de este ejemplo bien pudiera llamarse Impasse para tercero, ya que el proceso necesita de la actuación de alguien ajeno al mismo para poder continuar. Este impasse puede saltarse, dejar pendiente y resolverse antes del acuerdo si no es muy trascendental para el fondo del conflicto.

De estos tipos de impasse referidos hasta ahora el que atenta en una mayor medida contra el curso lógico del proceso de mediación es el Termo-Impasse ya que es en el que se ponen de manifiesto el descontrol de emociones y la liberación de tensiones. El mediador debe en todo momento proteger a su proceso del Termo-Impasse, y para esto existen determinadas técnicas para atacar su esencia: los impulsos emocionales.
Técnicas para controlar las emociones que conduzcan a tensiones.
1. - Aíslese: Cuando observe una discusión enconada entre las partes, déjeles por un rato prudencial, muchas veces en sesiones frente al mediador es cuando por primera vez se habla de forma profunda del conflicto y se escuchan revelaciones trascendentales. Si cuando Ud. regrese las partes quieren continuar con el proceso, en algo se habrán entendido, lo que resulta, desde todo punto de vista, conveniente.

2. - Manténgase neutral: Al demostrar constantemente su neutralidad, sin ser imprudente, le quita el peso a las partes de averiguar cuál de los dos "le cae mejor al mediador". De hallar una parte favorecida, el proceso solo servirá para acrecentar sus diferencias.

3. - Solicite a las partes que mantengan su discurso en primera persona, en vez de en la tercera. Ej. : "Yo me siento ofendido cuando alguien trata de imponerme su punto de vista acerca de un asunto", No permita: "Ella me ofende cuando me trata de imponer su modo de pensar sobre un asunto."
Es importantísimo que en el discurso de las partes, éstas, además de expresarse en primera persona para desviar el centro de ataque que representa la contraparte, no personalicen su análisis.

Despersonalice el discurso de las partes y despersonalizará el fondo de la disputa lo que finalmente ayudará a las partes a reflexionar del siguiente modo: "Si yo reacciono así con todo aquel que me trata de imponer un criterio, por qué no hacer una distinción en mi reacción con alguien que para mí no es igual a los demás por los tantos años de matrimonio, por lo que hemos pasado juntos, porque llevamos laborando en el mismo lugar cerca de 7 años", etc.

4. - Si el conflicto se mantiene después de que el mediador haya utilizado distintos recursos y los ánimos siguen caldeados, entonces: detenga el intercambio entre ambas partes y resuma enérgicamente el punto de vista de cada una, haciendo uso de las técnicas de Audición activa y de reformulación, para que las mismas ayuden a mantener o mejorar el nivel de comunicación.

Al resumir enérgicamente el punto de vista de cada una de las partes Ud. les está diciendo a ambas, sin expresárselo directamente, que "ya basta de seguir en el círculo vicioso creado por una discusión que no conduce a nada y sin embargo puede entorpecer el proceso que las propias partes escogieron para dirimir sus controversias". Cuando las partes se percaten de esto, dejarán de volver sobre el asunto controversial y ya habrán descargado sus tensiones.

No le tema a estos momentos cuando esté mediando un caso, a veces la liberación de tensiones resuelve de manera muy efectiva la apertura agresiva a tensiones acumuladas durante mucho tiempo.

No provoque un momento de tensiones en un proceso de mediación nunca, si éste se produce no le tema, pero contrólelo en el preciso instante en que pueda traer efectos nocivos en cuanto al acuerdo final.

5. - Pida a cada parte que, luego de haber escuchado a su contraparte, exponga su punto de vista acerca de lo que ésta acaba de decir.

Es el momento donde se rompe de raíz la posible causa de explosión de "tensiones" por las partes.

Al solicitar de una que analice lo que dice la otra en presencia del mediador, se ayuda al control y la compostura que muchas veces no están presentes en las discusiones interpersonales donde los sentimientos obstruyen al razonamiento y finalmente termina agravado el objeto de la discusión.

Recuérdese que estas técnicas para romper el impasse provocado en un proceso de mediación no son las únicas existentes, sólo hemos querido presentar aquellas que hasta hoy han dado resultado satisfactorio en cuanto a dar al traste con los impasses tan perjudiciales muchas veces en este tipo de proceso alternativo de solución de conflictos.

Los terapeutas trabajan con técnicas de "relajamiento" y de "liberación de tensiones" que pueden ser de aplicación a cualquier caso en Mediación, al uso de estas técnicas pudiera llamársele "la terapia en la Mediación".

Las reglas básicas para esclarecer o limpiar el proceso de mediación y las técnicas para romper el impasse que hemos expuesto, representan una orientación al trabajo del mediador que puede resultar de menor o mayor efectividad para el logro del acuerdo final.

Las reglas y técnicas tratadas en este capítulo no son pretensiosas de uso en todo momento y mucho menos en todo proceso de mediación, existen procesos tan sencillos que el uso de éstas lo que haría es retrasar o entorpecer el acuerdo final.

Se puede afirmar categóricamente que a través de los aspectos explicados se logran cuestiones importantes para cualquier proceso de mediación: una comunicación adecuada, un intercambio provechoso partes-mediador, una cabal comprensión y un ambiente de entendimiento que garantizan un intercambio informativo profundo despojando un poco de apasionamiento a los hechos y haciéndolos comprensibles para las respectivas contrapartes y su mediador.



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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