Percepción de la ciudad y del medio de transporte

La creciente velocidad del movimiento de la información, debida a los mensajes en papel (libros, periódicos, cartas) y a los transportes sobre la calle ha determinado una alteración de los reagrupamientos sociales y de la formación de nuevas comunidades.

Esta aceleración implica un control mucho más grande que llega mucho más lejos.

La aldea y la ciudad-estado son formas que satisfacen todas las necesidades y todas las funciones humanas.

La aceleración ha llevado al control de estos sistemas y a su extensión en el conjunto de sus actividades especializadas hasta el imperio. La ciudad antigua apareció cuando el hombre comenzo a especializarse y logró separar las funciones interiores en el espacio y la arquitectura. La esencia de la aceleración con la rueda, la calle y la carta es la extensión del poder en un espacio cada vez más homogéneo. El resultado de la aceleración es una lenta explosión desde el centro a los márgenes, siguiendo la forma de una estructura centro-periferia. Este proceso lineal, desde la prehistoria hasta nuestros días, sufre una brusca transformación con la llegada de la era electrónica: la explosión fragmentaria se sustituye por una implosión súbita que reorganiza en una fusión entre espacio y función los fragmentos mecanizados. Se regresa en algún sentido al sistema del pueblo, pero que gracias a la acción de la electricidad (que crea centros por todas partes ligando todos los márgenes) se torna aldea global.

La forma de la ciudad ha seguido estrictamente la evolución de los medios de comunicación. Gran parte de los transportes sin ruedas iban por río o por mar, hecho del cual todavía hoy dan muestra la posición y forma de las mayores ciudades. Antes de la invención de la rueda existía solamente la pampa sin confines del cazador y del recolector de comida. El gran mejoramiento de los caminos, sucesivo a la invención de la rueda, ha acercado cada vez más las ciudades y el campo; con el "paseo al campo" el camino se vuelve un sustituto del campo. La carretera, por su parte, transforma el camino en un muro entre el hombre y el campo disolviendo todas las ciudades precedentes en aglomeraciones sin formas. y transforma a la ciudad misma en una ciudad que se extiende ininterrumpidamente de un extremo a otro del continente. Con el transporte aéreo se realiza un ulterior cambio: el camino es utilizado cada vez menos para viajar y más para distraerse; al mismo tiempo el viajero que utiliza las líneas aéreas termina la experiencia del viaje (empezará a viajar solamente después del aterrizaje).

En tanto el campo, orientado y plasmado del avión, de la carretera y del pasaje de información electrónica, tiende a retornar a aquella superficie sin caminos que era antes de la asunción de la rueda.

debate.

Ciudad y medios de transporte